Para nadie es un secreto que la relación entre LeBron James y David Griffin, antiguo gerente general de los Cleveland Cavaliers, nunca fue precisamente armoniosa, a pesar de que se empeñaran en decir lo contrario.
James siempre quiso tener mucho poder de decisión en el proyecto de los Cavaliers, algo que no caló del todo bien en la oficina de Griffin ni dentro del seno de la organización.
Es por eso que para nadie fue una sorpresa cuando Griffin, ahora mandamás en los New Orleans Pelicans, se abrió ante Sports Illustrated para lanzarle varios dardos envenenados al Rey:
“Todo lo que hicimos (en Cleveland) era tan inorgánico e insostenible y francamente no divertido. Me sentía miserable. Literalmente, al momento en el que ganamos el campeonato, sabía que me iría. No había forma en que me quedara por ninguna cifra de dinero”.
Más allá de criticar el ambiente de la organización, Griffin dirigió sus comentarios directamente hacia LeBron,asegurando que ya no cuenta con esa fiereza que lo caracterizaba en el pasado:
“No hay mucho más para él. No creo que siga siendo el mismo animal acerca de ganar”.
Por si esto fuera poco, Griffin aseguró que trabajar y jugar con LeBron es un reto del que muchas personas no quieren ser parte, principalmente por la forma en la que la prensa lidia con los resultados:
“LeBron se lleva todo el crédito y nada de la culpa y eso no es divertido para la gente. No les gusta ser parte de ese mundo”.
Ahora, quedará de parte de LeBron y sus representantes determinar cómo proceder ante estos comentarios, pero seguramente podremos esperar a un Rey extra inspirado cuando le toque visitar a los Pelicans.