Enfrentados se encuentran el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con la figura de Los Angeles Lakers, LeBron James, luego que el Mandatario calificara de vergonzosa la protesta de los jugadores de la NBA, arrodillándose en el himno nacional, y la respuesta del Rey que "nadie lo va a extrañar".

Como era de esperarse, dentro de la burbuja de Walt Disney World Resorts en Orlando, Florida, salieron a defender con fuerza al ala-pivot y criticar con rudeza al empresario, tal es el caso de Doc Rivers, entrenador de Los Angeles Clippersque en su estilo se refirió a los dichos de la autoridad.

"Perdimos a uno fanático (risas)... ¿Y qué? Ni siquiera me importa. Sabemos que la justicia está de nuestro lado", afirmó el estratega.

Por el lado de los jugadores, otro que fue bien directo en contra de Trump fue el escolta de New Orleans Pelicans, JJ Redick, quien en diálogo con Yahoo Sports fue enfático en señalar que "no creo que a nadie en las NBA le importe si el presidente Trump ve básquetbol. No podría importarme menos. En lo que respecta a su estilo, creo que independientemente de la especificidad de tuitear sobre la NBA, cada tuit está destinado a dividirse, cada tweet está destinado a incitar, cada tweet está destinado a envalentonar, entonces esto no fue diferente".

Así las cosas, dentro de la burbuja en la NBA existe un apoyo casi unánime a las protestas en contra de la violencia racial en los Estados Unidos, mas la mayoría ha sido muy cauta a la hora de responder a las provocaciones que en redes sociales lanza habitualmente el Presidente.