Justo después del final de la temporada regular de la NBA, Stadium estrenó Pooh, el documental sobre la vida y carrera del mítico Derrick Rose, uno de los jugadores más queridos por toda la comunidad del deporte.
El documental habla sobre cómo Rose tomó la liga por asalto tras dominar en secundaria y la universidad, convirtiéndos en el Novato del Año y, posteriormente, en el Jugador Más Valioso de toda la NBA.
Sin embargo, también mostró su lado más crudo y triste, como el momento exacto enel que se enteró de que sería traspasado de sus amados Chicago Bulls a los New York Knicks, donde no pudo más que romper a llorar asombrado y lleno de tristeza.
Rose llegó a los Knicks y todo se fue enpicada desde ahí. Sus constantes lesiones lohabían marginado con los Bulls,pero acá empezó a replantearse si realmente debía continuar jugando baloncesto, algo que se notaba en su expresión dentro y fuera del tabloncillo.
Tras un paso fallido por los Cleveland Cavaliers, Tom Thibodeau y los Minnesota Timberwolves confiaron en él para que reviviera su carrera esta temporada, volviendo a mostrarse agresivo y determinado a la hora de anotar.
Ahora, Rose quiere volver a jugar y liderar a su equipo, y se presume que incluso podría regresar a los Chicago Bulls el próximo verano. No obstante, sabe que nada dura para siempre y habló de la posible fecha de su retiro:
“Por mi bienestar mental, no puedo ser un tipo que no afecte el juego de alguna forma u otra. Cuando eso suceda, será mi forma de saber que debo irme”.
Rose le devolvió la esperanza y la alegría a unos Bulls que se veían perdidos desde el retiro definitivo de Michael Jordan y, a pesar de no haberse consagrado por culpa de las lesiones, siempre será unpersonaje muy querido y respetado en lostabloncillos.