Los Golden State Warriors llegaban al segundo partido de las Finales de la NBA con la obligación de robarse una victoria en el frío de Toronto, después de que los Raptors impusieran condiciones en el primero.

Sin embargo, el equipo de Steve Kerr se vio muy desconcentrado en las primeras de cambio, y se vio ampliamente superado por un equipo local que se fue con 10 puntos de ventaja tras los primeros dos cuartos.

La segunda mitad fue una historia completamente distinta, con un resurgir a la ofensiva de Stephen Cury acompañado por excelentes lecturas a la ofensiva de Draymond Green para ponerse por delante en el marcador.

En el equipo local, Kyle Lowry – expulsado por 6 faltas personales – y Pascal Siakam fueron los dos grandes ausentes y principales responsables del bajón a la ofensiva de los Raptors, si bien Kawhi Leonard brilló con 34 puntos y 14 rebotes.

Los Warriors, por su parte, pagaron muy cara la victoria al perder a Klay Thompson, que había anotado ya 25 puntos, con una lesión en el tendón de la corva que podrían pagar muy cara si debe perderse más tiempo de acción.

Al final del partido, los Warriors se impusieron 109-104 en carretera para forzar, al menos, un partido más, a la espera de saber más sobre el estado de salud de Thompson y el posible retorno de Kevin Durant.