Hoy por hoy existen pocas verdades absolutas en la NBA. Una de ellas es que los Golden State Warriors son el equipo a vencer, y otra que James Harden es uno de los anotadores más letales de todos los tiempos.

Sin embargo, todo lo que hoy conocemos como cierto pudo haber cambiado por completo hace unos años, cuando el actual MVP de la liga casi se va a la bahía a cambio de un joven Klay Thompson.

Aparentemente, cuando el Oklahoma City Thunder estaba tratando de mover al escolta, los Warriors fueron los primeros en llamarlos, y ofrecieron a un tirador muy prometedor con grandes habilidades defensivas.

Sin embargo, eventualmente el Thunder rechazó la propuesta porque también querían conseguir picks para el próximo Draft, algo que los Warriors no podían ofrecer en el momento.

Eventualmente, Thompson se quedó en el equipo y fue una pieza clave para conseguir 3 anillos de campeón en los últimos 4 años.

Harden, por su parte, terminó convirtiéndose en uno de los mejores jugadores de la historia de los Houston Rockets, y el tipo de jugador que podría volverlos a llevar a las Finales de la NBA.

¡Qué distinto hubiera sido!