Los New Orleans Pelicans aseguraron que no clausurarían a Anthony Davis por el resto de la campaña, si bien se presumía que reducirían su tiempo de juego para prevenir que se lesione y cambiarlo en el verano.

Esto generó el rumor de que la NBA había amenazado a la franquicia con multarlos hasta por US$ 100,000 cada vez que Davis estuviera sano y decidieran no utilizarlo.

Sin embargo, la liga se pronunció para desmentir dichos rumores, asegurando que nunca se había realizado tal amenaza.

Igualmente, la NBA podría penalizar a la franquicia de alguna forma si deciden no permitirle a Davis jugar con el equipo sin justificación alguna.

Esto parece ser una contradicción para la liga, pues Carmelo Anthony y JR Smith fueron apartados de sus equipos a pesar de estar sanos  y en ningún momento hubo pronunciamiento alguno.

Una vez más, la liga muestra su falta de consistencia y que todos los jugadores y equipos son tratados de forma diferente.