Cuando se reveló que Los Angeles Lakers se habían hecho con los servicios de LeBron James el verano pasado, todos los fanáticos angelinos se llenaron de esperanza por volver a lo más alto de la NBA.

Sin embargo, lesiones, falta de química, la competitividad de la Conferencia Oeste y la mala suerte le jugaron en contra al Rey y compañía, que no pudieron evitar que el equipo volviera a perderse la oportunidad de llegar a los playoffs. 

En  este sentido y tras ser matemáticamente eliminados por los Brooklyn Nets, el Rey LeBron James se mostró claramente afectado y afligido por una temporada tan decepcionante a pesar de las aspiraciones:

"Ha sido una temporada difícil para todos. No fue para esto que firmé, pero cosas pasan a lo largo del año. Suspensiones, lesiones, cosas de ese estilo que simplemente no nos permitieron jugar un baloncesto consistente durante 48 minutos".

Asimismo, el Rey aprovechó la oportunidad de resaltar la dificultad que representa llegar a los playoffs, aseverando que nada es seguro en esta liga, pero que igualmente se esforzaría por ello:

"Los playoffs nunca son una promesa, debes trabajar por ello. Yo, personalmente, seguiré trabajando y viendo qué puedo hacer para ayudar".

Posteriormente, el alero de 34 años le juró a los fanáticos de los Lakers que el año pasado "romperá el hechizo" y que tarde o temprano volverán a la gloria que han perseguido desde 2010, cuando ganaron su último anillo de campeonato.