Los Lakers de LeBron James finalmente consiguieron la pieza que tanto aspiraban desde el inicio de la campaña previa, cuando los New Orleans Pelicans aceptaron enviarles a Anthony Davis.

No obstante, para hacerse con sus servicios, los Lakers debieron desprenderse de Josh Hart, Brandon Ingram, tres picks de primera ronda y, por supuesto, el siempre controversial armador Lonzo Ball.

En este sentido, LaVar Ball, su padre y empresario, volvió a robarse los titulares con sus declaraciones sumamente polémicas, en las que condenó el destino de la franquicia angelina por el resto de sus días.

"Lo garantizo y ya lo he dicho antes. Será el peor traspaso que los Lakers hagan en su historia y más nunca ganarán un campeonato. Lo garantizo".

Ball ha criticado abiertamente a los Lakers en el pasado, y ahora que su hijo mayor se dirige a New Orleans, incluso podría presionar a la franquicia para que le encuentre un nuevo destino a Lonzo. 

En lo que a los Lakers respecta, si bien ya no contarán con suficiente dinero como para optar por otro contrato máximo, se espera que sigan reforzándose con piezas de alto calibre, por lo que bien la maldición de LaVar podría no surtir gran efecto.