Desde el inicio de la campaña se esperó mucho del núcleo joven de Los Angeles Lakers, especialmente de Brandon Ingram, de quien muchos predijeron un paso al frente bajo la tutela de LeBron James.

Esto no solo no sucedió, sino que además, el joven alero de los Lakers se enfrentó a una de las peores noticias que podría recibir un jugador de baloncesto.

Y es que, al realizar el diagnóstico de su lesión reciente en el hombro, se encontraron una trombosis profunda en los músculos de los hombros del joven.

En este sentido, Ingram deberá someterse a una severa medicación y no podrá realizar ningún tipo de actividad física mientras tanto, poniendo fin a su temporada y en duda el inicio de la próxima.

Recordemos que los coágulos de sangre son potencialmente mortales para los baloncestistas, y que esto fue precisamente lo que causó la retirada prematura de Chris Bosh de los tabloncillos.

Esto es lamentable y, sin importar por qué equipo hinches, no queda más que desearle una pronta y exitosa recuperación al joven de 21 años.