"Parece que ni siquiera le importa", fue lo que dijo Walt Frazier, leyenda de los Knicks, cuando observó la actitud de LeBron James este domingo en el Madison Square Garden.

Y es que, a pesar de que su equipo había pedido un tiempo muerto, LeBron James ni siquiera se acercó a la rueda para escuchar lo que el entrenador Luke Walton tenía que decir, manteniéndose al margen de sus compañeros.

"Este tipo de comportamiento me molesta. Cuando eres la cara de la NBA deberías involucrarte más con tu equipo. No importa qué suceda, en público, debes se parte del equipo. Tal vez en el vestuario no lo seas, pero en público debes al menos parecerlo. Actualmente, se ve que ni siquiera le importa".

Frazier destruyó al alero de 34 años en plena transmisión, completamente indignado por la displicencia del 3 veces campeón de la NBA.

Sin embargo, al final de la noche la justicia divina se encargaría de castigar al Rey, que recibió un terrible bloqueo en el último segundo y no pudo embocar el tiro que la hubiera dado la victoria a los Lakers.