Finalmente los Lakers tienen una buena noticia: y es que, tras temerse lo peor, la recuperación de Brandon Ingram marcha de forma espléndida.

El joven alero había sufrido una trombosis en su brazo y debió someterse a un tratamiento para eliminar los coágulos de sangre en sus hombros, algo que hubiera puesto en peligro su carrera y su vida de no tratarse a tiempo.

Afortunadamente, el jovencito se sometió a una cirugía exitosa y, a pesar de que se esperaba que no pudiera realizar ningún tipo de actividad física por tiempo indefinido, parece que solo estará de baja de 3 a 4 meses.

En este sentido, los Lakers lo esperarán con los brazos abiertos para el primer día del campamento de entrenamiento de 2019.

Recordemos que los angelinos han tenido una campaña para el olvido a pesar de la adquisición de LeBron James, e Ingram no rindió de la manera esperada.

Antes de sufrir su lesión, el jugador de tercer año promedió 18.3 puntos, 5.1 rebotes y 3.0 asistencias por partido.