Mike Friers destapó una enorme controversia hace un par de semanas al revelar que los Houston Astros se valían de un refinado sistema de cámaras para robarles las señas a los lanzadores rivales.
Desde entonces, han sido muchas las repercusiones mediáticas de este caso, con el comisionado Robert Manfred amenazando de imponer sanciones monetarias millonarias o suspender de por vida a los culpables.
En este sentido, Jim Crane, propietario de la franquicia tejana, se rehusó a comparecer ante la prensa al respecto, cuando se presentó en la primera de las reuniones anuales entre dueños de equipos.
Y es por eso que, en aras de evitar a los medios de comunicación, Crane se valió de agentes de la policía para espantarlos e impedir que le realizaran preguntas relacionadas con el escándalo del robo de señas.
Crane aseguró que, si querían hablar de béisbol, con todo gusto podrían tener una conversación, pero la insistencia de la prensa llevó a los oficiales a interceder y continuar escoltando al ejecutivo.
MLB, por su parte, continuará investigando al respecto y se espera que impongan sanciones ejemplares para sentar un precedente y arrancar este problema de raíz.