El equipo merengue derrotó 3-1 a la Real Sociedad y despidió el 2015 en el Bernabéu con una sonrisa. Cristiano falló un penal y convirtió otro, pero ambos fueron un regalo arbitral.
El oro de la corona del Real Madrid pesó mucho más que el del equipo vasco, que mientras pudo ejerció una valiente resistencia pero termino vencido, mitad por el talento de las estrellas merengues, mitad por el desigual trato arbitral.
En apenas 24 minutos, los dirigidos por Rafa Benítez recibieron su primer regalo de fin de año, cuando José González cobró como penal un inexistente empujón en el área sobre Benzema. Pero raramente Cristiano no estuvo fino en la ejecución y su disparo se fue por encima del travesaño.
A falta de que Barcelona y Atlético completen sus partidos, Real Madrid se ubicó como líder con 36 unidades.
La revancha para el portugués llegó nuevamente gracias al árbitro, que cobró una mano luego de que un centro de Bale impactara, primero en la pierna de Carlos Martínez y luego en su antebrazo, de manera completamente fortuita. El crack no perdonó ésta vez y Real Madrid se fue con la mínima ventaja al complemento.
En apenas 4 minutos del segundo tiempo, Bruma lo empató con un verdadero golazo, e incluso Real Sociedad tuvo oportunidades para pasar al frente, pero Cristiano apareció en todo su esplendor a los 17 para cerrar su año con un gol de antología a la salida de un tiro de esquina.
Antes del final, con un equipo vasco rendido, el ingresado Lucas Vázquez definió con calidad un contragolpe letal del Madrid y le puso cifras definitivas al juego.
+Dos regalos de fin de año
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+Cristiano, de colección
+Vázquez definió el partido
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