Cuando el encuentro transitaba los primeros momentos de la segunda etapa, Beto Da Silva se escapó de su marca y corrió hacia el área rival para marcar el primer tanto del cruce.

Lógicamente, antes que pueda rematar, un rival de Mineros de Zacatecas derribó al deportista de Lobos BUAP y le convirtió un claro penal, el cual fue sancionado por el árbitro del cruce.

En los pies del jugador peruano quedó la gran chance de ponerse en ventaja y encaminar a su equipo a la primera victoria en el Grupo G, pero todo se vio truncado.

Da Silva remató de forma esquinada, pero el arquero contrario adivinó de muy buena forma las intenciones del deportista y le ahogó su primer grito.

Consensuado el empate final, Lobos BUAP quedó condenado a terminar último en el grupo que comparte con justamente Mineros de Zacatecas y Tiburones Rojos de Veracruz.