Agüero llegaba a Brasil 2014 como una de las máximas figuras, pero no logró estar a la altura por problemas físicos. Luego de una gran temporada en Inglaterra, tendrá una nueva oportunidad a nivel selecciones con la Copa América.

Si es verdad que existen edades ideales para disputar un torneo de la trascendencia de un Mundial, Sergio Agüero llegó a Brasil con la combinación justa de frescura y experiencia, situación que, a los ojos del mundo entero, lo colocó como una de las figuras excluyentes de la competencia. Era una chance ideal para, como ladero de Messi, consagrarse como campeón del mundo.

No sólo los años estaban del lado del Kün. Además, su Manchester City se había consagrado con autoridad como campeón de la Premier League 2013/14. En aquella temporada, el rendimiento de Agüero, si se quiere, apenas pudo ser opacado por un Luis Suárez brillante.

Un goleador letal, que no pudo marcar ni un gol en el Mundial de Brasil

Brasil era el segundo Mundial para el Kün, y le llegaba con la oportunidad de tener un protagonismo del que no había disfrutado en 2010. El mundo habló de Agüero y Messi, de los cómplices amigos capaces de inventar una jugada fantástica donde no existe tiempo ni espacio. Sin embargo, el delantero del City no había logrado recuperarse de una lesión que lo había aquejado a mitad de temporada y su desempeño fue muy pobre, siendo el más criticado luego de que Argentina cayera ante Alemania en la final.

Tras una temporada en la que no pudo levantar títulos con el City, pero consagrado como goleador de la Premier League, Agüero buscará tener su revancha personal en la Copa América de Chile, para reivindicárse con un público que lo mira de reojo y volver a sentir ese fuego sagrado que sólo se enciende al Sentirse Campeón.

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