Kevin Durant es uno de los mejores anotadores de la historia, un tipo capaz de cambiar el curso de un partido en un abrir y cerrar de ojos y que todo entrenador quisiera tener en su equipo. Los compañeros de vestuario, por su parte, no tanto.

Tal vez por eso, o simplemente porque no lo vió, Spencer Dinwiddie ignoró por completo a un Durant emocionado que quiso chocarle las cinco tras sentenciar un partido con un tiro ganador.

El suplente simplemente siguió trotando al banco sin inmutarse de que Durant estaba esperando para felicitarle, por lo que se tuvo que limitar a chocar sus propios cinco y fingir que nada había sucedido.

Obviamente, nada de esto se escapó de los ojos del internet, y la cara de Durant quedó inmortalizada por siempre con decenas de memes y reacciones a la orden del día para ridiculizarlo.

Y teniendo en cuenta el ego y el historial de Durant con sus compañeros, sin ningún tipo de duda el alero no olvidará este gesto de Dinwiddie, y más temprano que tarde le hará algo similar o incluso peor.