Transcurrían entradas extras, el 12vo inning, en el juego entre los San Francisco Giants y los Florida Marlins cuando un elevado le permitió a Scott Cousins hacer un pisa y corre para intentar anotar la carrera que les diera la ventaja, pero el resultado no fue el esperado.

 

A pesar que la jugada en home fue safe, el jugador de los Marlins golpeó de tal manera al receptor de los Giants, Buster Posey, que le terminó generando una fractura en el peroné y la rotura de los ligamentos del tobillo. Se perdió el resto de la temporada.

Buster Posey. Foto: Getty.

Buster Posey. Foto: Getty.

Desde aquel 25 de mayo de 2011, las jugadas en home tuvieron un antes y después. Con el propósito de cuidar a los receptores, se creó la regla Buster Posey o Rule 7.13, que, aunque muchos consideran polémica, se implementó por cuestiones de seguridad.

Esta regla se empezó a utilizar a partir de la temporada 2014 y consiste en que los receptores (salvo dos excepciones) no pueden bloquear el paso del corredor hacia home si este se encuentra en carrera para anotar, a menos que el cátcher ya esté en posesión de la bola.

 

 

De igual forma, el corredor no podrá desviarse de su línea de carrera hacia home o cualquier otra base. Frente a la confusión que generó esta regla, la MLB decidió aclarar que si el cátcher no tiene la pelota, pero las bases están llenas, puede ponerse delante del home ante un force play.