Dicen que quien trata bien a la pelotase gana el cielo del futbolero. Es el caso de Juan Román Riquelme, máximo ídolo de la historia de Boca, quien siempre traspasa los límites de cualquier camiseta.
El enganche fue a presenciar el Superclásico de verano a Mar del Plata. Allí, pese a la derrota delXeneize, Román sintió el afecto de toda la platea, que mezclaba a los hinchas de River y Boca.
Un fotógrafo argentino captó el momento justo donde un simpatizante delMillonariose acercó a Riquelme para pedirle una foto. La misma generó varias reflexiones y halagos para ambos. ¡La admiración no entiende de rivalidades!