El estadio Santiago Bernabéu tuvo el honor de recibir el partido más importante del fútbol sudamericano, el clásico argentino entre River y Boca que, para colmo, definió la Copa Libertadores.

Florentino Pérez, al igual que otras personalidades muy importantes del deporte y la política, estuvo presente en su palco para ver desde cerca a muchos futbolistas que tal vez ni siquiera conocía.

Y aunque dicen que Real Madrid lo tiene todo cerrado con Exequiel Palacios, la exhibición del colombiano Juan Fernando Quintero, que ingresó en el segundo tiempo en reemplazo del capitán Leonardo Ponzio, podría haber tentado a un presidente que de antojos ha hecho un imperio.

En River, por lo pronto, ven muy difícil la posibilidad de retener a Juanfer después del Mundial de Clubes que en cuestión de días comenzará a disputarse en Emiratos Árabes. Ayer nomás, en medio de los festejos, se deslizó la posibilidad de que emigre al fútbol de Asia.