América de Cali necesitaba un milagro para meterse a los octavos de final de la Copa Libertadores, pero no le alcanzó y quedó eliminado en la fase de grupos, y cuando todos pensaban que iba a clasificar a la Copa Sudamericana, se quedó afuera de todo.
El equipo colombiano pudo jugar mano a mano frente a Gremio de Brasil, uno de los clubes más poderosos del torneo y con una de las mejores nóminas, pero que, este jueves, ya clasificado, no pudo vencer a los dirigidos por Juan Cruz Real.
Para que América pasaraa octavos deberá ganar por varios goles frente a Gremio en Brasil y que el Universidad Católica derrotara a Internacional,por goleada. Pero a pesar de la victoria, no pudo ser el resultado.
América arrancó ganando con un golque quedará en la anécdota:un autogol del argentino Walter Kannemann, quien tras un centro de Duván Vergara al área, cabeceó hacia su arco y desastibilizó a su arquero que nada pudo hacer para evitar el gol.
Lo curioso es que la pelota que terminó en la anotación salió de las manos del portero Joel Graterol, quien había atajado un penalti a Robinho y apenas agarró el balón sacó el contragolpe que finalizó.
Todo parecía que América se quedaba con los 3 puntos y el cupo a la Copa Sudamericana, sin embargo, al minuto 98, hubo una mano de Edwin Velasco en el área, el juez central decretó penalti y con ese empate se quedó sin nada ya que quedó último ya que Católica venció a Internacional.