LaLiga, Premier League, Serie A y ahora la Ligue 1 gozan de tener a uno de los dos principales cracks de este deporte en los últimos 15 años. La llegada de Lionel Messi al PSG representa un evento de talla mundial para Francia, donde pese a ser considerada cómo una de las ligas más ‘débiles’ del viejo continente, han podido quedarse con uno de los miembros de la histórica rivalidad que ha asombrado al mundo en más de una década. Solo la Bundesliga se ha quedado sin La Pulga o CR7, ¿Por qué?
“¿Messi? Lamentablemente no es posible. No hemos negociado para ficharle, pero la realidad es que las cifras que se manejan son imposibles incluso para un club cómo Bayern Múnich”, declaraba hace días el director deportivo de los Bávaros en una nueva muestra de cómo la Bundesliga no ha querido nunca meterse de lleno en el fichaje de alguno de los cracks.
Y es que el fútbol germano siempre se ha mostrado tajante en cuanto a igualar los precios del mercado en Europa. Rummenigge declaró en varias oportunidades que estaba en contra de los multimillonarios fichajes que se manejaban e incluso, pidió que la pandemia sirviese para aprender que hay que bajar costos y no subir los precios de las operaciones. El modelo alemán es claro en este sentido, no hipotecar nunca los clubes en pro de una contratación.
Una liga de exportación
A eso por supuesto hay que sumarle que solo un club como Bayern Múnich está capacitado para hacer una inversión de más de 100 millones o un contrato de 35 kilos. Robert Lewandowksi, principal figura del rey de la Bundesliga, no ha superado nunca los 25 millones por temporada e incluso esto le ha generado más de un roce con la directiva.
Por último, hay que dejar en claro que la Bundesliga nunca ha sido una liga ‘compradora’. Que existan clubes como Borussia Dortmund o Leipzig que apuesten por los más jóvenes no solo explica nuevamente la imposibilidad de competir en el mercado por los cracks que ya están consolidados, sino que deja en claro la política de vender jugadores al resto de Europa para financiar el torneo. A no ser que alguien en Alemania ‘pierda la cabeza’, CR7 y Messi nunca jugaran en la primera división germana.