Agustín Marchesín (6): estuvo firme y concentrado. Salvó en más de una ocasión, tapando incluso un mano a mano. No tuvo responsabilidad en el gol.
Luis Advíncula (3): marcó débilmente en el primer cabezazo del tanto rival. Sufrió en defensa contra Fértoli y casi no se proyectó al ataque.
Sebastián Battaglia (4): se lo notó incómodo y lento. Le costaron las divididas aéreas. Tuvo una grosera pifia que Marchesín evitó que termine en gol.
Marcos Rojo (6): el más sólido del fondo. Siempre bien ubicado y veloz, aportó en la salida y tuvo destacados anticipos.
Lautaro Blanco (5): mostró algunas falencias en la marca. Desbordó seguido para desequilibrar con sus típicos centros, pero ninguno encontró destino.
Tomás Belmonte (3): ocupó espacios en la mitad de cancha sin sentido alguno. Alguna recuperación aislada y poco más. Poco juego y nula presencia como eje, cuando Delgado estaba con marca personal.
Milton Delgado (4): Perdió insólitamente la marca en el gol. Lo tomaron bien y le costó tener participación. Se lo notó solo en el mediocampo. Así y todo, fue el único que mostró claridad.
Carlos Palacios (4): de mayor a menor. Con el correr de los minutos se fue apagando, retrocediendo metros en el campo y perdiendo injerencia. Terminó colaborando con pases poco productivos hacia sus costados.
Kevin Zenón (6): excelente definición en el gol. Fue de los pocos que intentó generar juego y asociaciones. Su mejor faceta fue por dentro y no como extremo.
Miguel Merentiel (7): el mejor jugador de la cancha y única esperanza Xeneize frente al arco rival. Dependió constantemente de sus apariciones, inclusive para la creación de juego. Cuando fue reemplazado, se extinguió todo el poder ofensivo del equipo.
Alan Velasco (2): una máquina de perder pelotas. Intentó por todos lados, pero no le salió ninguna, producto de una falta de confianza abismal. Nunca desequilibró con gambeta ni con velocidad y hasta se lo notó flojo desde lo físico.
Exequiel Zeballos (4): tuvo buenos desbordes, pero ninguno terminó prosperando. Se mostró errático en los pases y en la toma de decisiones finales.
Lucas Janson (4): jugó 20 minutos y prácticamente no tocó la pelota. Se posicionó como delantero centro, pero sin influencia alguna.
Santiago Dalmasso (-): entró sobre el final y no jugó lo suficiente para ser evaluado.
