Claudio Echeverri y Franco Mastantuono tienen varios denominadores comunes: ambos se formaron en las divisiones inferiores de River Plate y los dos cuentan con un talento fuera de lo normal que deslumbra y llama la atención de propios y extraños. Pero, paralelamente, coinciden con un pasado que no muchos conocen: fueron descubiertos por la misma persona. Y esa persona es Daniel Brizuela, el dueño de un ojo clínico que supo trabajar como Director de Captación del elenco Millonario.
En una entrevista exclusiva con BOLAVIP, Brizuela, que supo desembarcar en River con la llegada de Rodolfo D’Onofrio a la presidencia y que se marchó cuando culminó la estadía del propio máximo mandatario que fue reemplazado por Jorge Brito, compartió los detalles de los primeros pasos de ambas joyas descubiertas por su criterio y pulidas en la cantera de la entidad de Núñez. Secretos que enriquecen la historia y el camino de ambos.
“Yo lo que miro mucho y analizo mucho es la inteligencia. Si tenés una gran habilidad, una gran técnica, velocidad, pero la toma de decisiones final es mala, no sirve. Yo veo en qué tiempo es la toma de decisiones, porque, en el fútbol de hoy, una décima de segundo cambia totalmente. Ahí se define la categoría del jugador: nivel 1, nivel 2 o nivel 3. Después vienen la personalidad y el carácter, que hacen que seas equilibrado emocionalmente. Si el jugador tiene todo eso, entra dentro de un esquema relacionado con lo que estoy buscando”, señaló en torno a lo que pretende.
“Son pocos minutos en los que tenés que sacar todo tipo de conclusiones, entonces es complejo. Aparte, no hay que olvidarse de que son 22 chiquitos corriendo para todos lados donde va la pelota, porque no es que están tomando esas decisiones que vemos cuando son profesionales. Por ello, hay que puntualizar en la detección de movimientos y en las decisiones que toman a la hora de entrar en la cancha. Hablo de patrones de una clase de inteligencia que se llama corporal cinestésica. Se trata del control del movimiento del cuerpo y de la fluidez con la que se desenvuelven”, profundizó Brizuela.
El camino de Echeverri hacia River y la llegada a Europa
“Echeverri fue un galáctico desde chico, pero lo que no muchos saben es que estuvo a punto de irse de River porque si no venía la madre, él no se quedaba. Ahí me preguntaron si estaba seguro, les dije que sí y se le alquiló un departamento para que vivan. Gallardo y D’Onofrio fueron muy importantes para que se tome esta decisión”, puntualizó Brizuela sobre el Diablito.
Y, luego, sorprendió rotundamente con una revelación: “Claudio estaba listo para irse a Boca porque el Chaco Insaurralde, que jugaba ahí, es de su barrio y muy amigo de su hermano más grande. Entonces, cuando River daba vueltas, Insaurralde llamó y dijo que Boca le daba todo. Departamento y todo. Pero Claudio es enfermo fanático de River y se terminó quedando”.
Sin embargo, Brizuela tiene claro que el proceso de Echeverri en River no fue el correcto, así como tampoco la rapidez con la que se mudó a Europa: “No tuvo el tiempo y la forma para llegar bien armado y poder desarrollar su juego. ¿Cuántas pretemporadas con Primera tuvo? Vivía en el Sudamericano, de un lado para el otro. Tendría que haber hecho los procesos como corresponde. Llegó sin la fuerza, la potencia y la estructura física que se necesitan para desarrollarse en un nivel como el de la Premier League”.
“Considero que su venta fue apresurada y también considero que estuvo mal asesorado, porque no se tendría que haber apurado tampoco. Es fundamental, cuando vos estás empezando, ese trabajo. Él necesita dos años para mejorar su estructura física y necesita competir para mejorar. A él le tocó un entrenador como Demichelis que es entrenador pero no especialista en gestión del talento, algo que sí es Gallardo. Marcelo es entrenador y también es especialista en gestión de talento. Por eso los resultados del Diablito son diferentes a los de jugadores como Julián Álvarez, Enzo Fernández y el propio Franco Mastantuono”, completó.
Mastantuono, un fuera de serie
El proceso de Mastantuono fue y sigue siendo muy distinto al de Echeverri y Brizuela lo tiene muy claro. Lo fue desde su formación, en cuanto a su entorno y con relación a los tiempos para madurar: “Es un hombre, es un hombre hace rato y eso tiene que ver con la parte familiar, con la crianza, con los valores. Yo creo que a él le han pasado cosas, más allá de lo que trae dentro de su cuerpo, que tienen que ver con sus padres. Ellos han hecho un gran trabajo.
“Yo a él lo veo por primera vez con 9 años. En la primera pelota que tocó hizo un control orientado con una naturalidad increíble. Ya tenía en la cabeza lo que iba a hacer antes de que le llegue la pelota. Después salió entre tres y puso una pelota para dejar a un compañero de cara al gol. Ahí me di cuenta de que había algo serio, de que era un niño prodigio. Por eso empecé a seguirlo, a darle más participación, a darle la pelota para ver cómo tomaba decisiones y me explotó la cabeza: era un futbolista totalmente diferente”, remarcó.
Luego, en cuanto a su disyuntiva entre el fútbol y el tenis, compartió: “Él, dentro del tenis, estaba ranqueado entre los primeros y eso no es poco a esa edad. Franco es bueno para todos los deportes y podría jugar al tenis tranquilamente, pero la diferencia estuvo en que él tiene pasión por el fútbol. Yo creo que eso fue lo que inclinó la balanza. Se terminó probando en River, dejó la raqueta y fue a la pelota por su pasión”.
¿Y el futuro? Brizuela tiene muy claro qué debe hacer Mastantuono y cuál es su destino ideal llegado el momento: “Yo siempre trataba de ver el biotipo de futbolista europeo porque River siempre ha sido un club que vende buenos futbolistas a Europa. Enseguida dije que Franco era un chico para Europa por su genética, por un combo de cualidades. Entonces, en ese momento pensé que era un jugador para Real Madrid. Tiene todo para ser un jugador para Real Madrid. Lo dije cuando tenía 10 años y lo sigo diciendo ahora. Creo que tiene que ir ahí y ojalá que se dé porque tiene el ADN justo de Real Madrid”.
“En cuanto a los tiempos, lo mejor que puede pasar con él es quedarse en Argentina un tiempo más. Por supuesto que los grandes de Europa vienen y ofrecen grandes cantidades de dinero, pero tiene que hacer un proceso como el de Julián Álvarez y Enzo Fernández. No tiene que ser un proceso acelerado como el de Echeverri. Yo creo que él tendría que quedarse por lo menos dos años más y ahí va a tener el horneado justo para llegar a Europa y consolidarse realmente como se lo merece”, agregó.
Sami Maldonado, la próxima perla
Ya hablamos del ojo clínico de Daniel Brizuela, el héroe silencioso que tuvo River durante años. Y, ahora, pese a que no se encuentra trabajando en la institución Millonaria, está convencido de cómo seguirán las cosas y de quién será el próximo fenómeno que debute en Primera. Y ese fenómeno, tal como adelantó en exclusiva a BOLAVIP, se llama Sami Maldonado, categoría 2014.
“Es un niño prodigio, un futbolista de nivel 1 que solamente necesita crecer. Va a ser el próximo, no tengo ninguna duda. Lo asevero ahora porque, además de un gran talento, tiene una enorme personalidad para llevar adelante ese talento. Tiene ese carácter, sumado a lo genio que es. Pasa con los grandes jugadores como Messi y Maradona, que tienen el talento, pero también ese carácter y esa personalidad. Y Sami tiene todo”.
“Es hábil, transporta la pelota en velocidad, tiene gol y suele jugar por todo el frente de ataque sin ningún problema. Es imparable. Es un chico que, cuando arranca, es descomunal. Estoy feliz de haberlo llevado a River porque creo que estuve a la altura. Tiene absolutamente todo, por eso te digo que es el cuarto en mi línea de sucesión después de Echeverri, de Mastantuono y de Facundo Buonanotte, que también lo descubrí yo”, continuó.
“Y te doy un dato más, que no es menor: es el nieto de Bernd Schuster, el alemán. Imaginate esos genes que corren por sus venas. Lo aviso ahora porque cuando Echeverri tenía 10 años yo nunca dije nada. Cuando Mastantuono tenía esa edad, lo mismo. Pero ya a esta altura de mi vida, en la cual ya no trabajo en clubes, voy a hablar de este nene que va a ser fantástico. Es increíble y es bueno avisarlo ahora que tiene 11 años”, completó al respecto.
Brizuela y una estrecha relación con Gallardo
Brizuela acompañó a Gallardo durante prácticamente toda su primera etapa como entrenador de River. Y, más allá de ser muy importante para su proceso, tiene la mejor imagen en cuanto a la figura del Muñeco: “Tiene una cabeza superlativa. De hecho, tengo una anécdota con él: antes de la final de la Recopa contra Paranaense, apareció a las 8 de la mañana para ver el fútbol infantil, la categoría 2007. Estaba en la previa de una final y se puso a ver a chicos de 7, 8 y 9 años. Esa es la pasión que tiene Gallardo y también el sentido de pertenencia que tiene con River, porque River es su casa. Cuida los intereses del proyecto del club”.
Un legado dentro de River
Más allá de haberse marchado con la partida de D’Onofrio, Brizuela llevó adelante un trabajo tan superlativo que continuará brindando sus resultados a futuro: “En River hay una línea en la cual van a venir las categorías 2009, 2010, 2011 que es tremenda, la 2013 que es tremenda. Nosotros hicimos hasta la 2016 y dejamos todo armado. Entonces, toda el área de captación ha hecho un trabajo enorme. En River hemos llegado a ver hasta 30.000 jugadores por año, con 25 captadores recorriendo Argentina”.
