Incertidumbre total es la sensación que se maneja en el fútbol español en la antesala a la final de la Copa del Rey, luego de que el Real Madrid encendiese las alarmas y amenace con no presentarse el partido definitorio contra el Barcelona. El escándalo nació a raíz de un fuerte cruce con la terna arbitral del encuentro, quienes apuntaron contra el Merengue luego de que el medio de comunicación institucional publicara un informe con supuestos fallos arbitrales de los colegiados contra el club y otros favoreciendo al rival de toda la vida.
“Responsables de redes oficiales de clubes continuamente atacando a nuestro colectivo. No vamos a seguir permitiendo lo que está ocurriendo”, fue una de las fuertes respuestas de uno de los árbitros. Y el contraataque Merengue, donde reina un enfado colosal, fue escalando progresivamente: canceló la conferencia de prensa de Carlo Ancelotti, el entrenamiento previo al duelo y faltará a la cena institucional.
Pero eso parece no ser todo. En España crece con fuerzas un rumor aún más grave para convertirse en la frutilla del postre. La cúpula de Florentino Pérez baraja la opción de ausentarse en el estadio de La Cartuja para disputar el partido en caso de que la Federación Española no modifique la terna arbitral, tal y como solicitó la institución. Una situación sin precedentes que, lógicamente, podría pagar caro.
Las normas que Real Madrid rompería si no se presenta en la final
Las consecuencias a las que se atendría el club Blanco son tanto deportivas como económicas. En primera instancia,el artículo 77 del Reglamento General de la Federación Española afirma que, si un equipo no se presenta a un partido oficial o se retira de la competición, pierde automáticamente la eliminatoria.
Esto no quiere decir que el Barcelona se proclamaría campeón sin disputar la final, sino que debería jugarla con el equipo que fue eliminado por el club infractor de la norma. En ese caso, el inesperado beneficiado sería la Real Sociedad, quien cayó en semifinales ante Real Madrid.
Además, el Merengue recibiría castigos a largo plazo. Lo más grave es que tendrá prohibida su participación en la edición siguiente de la Copa del Rey, sumado a que recibirá una multa económica que ronda entre los 3.006 y 12.021 euros. El número podría ser mayor si se contempla indemnizaciones a terceros, como patrocinadores, el propio Barcelona y la Federación.
