“Tendremos que hacer un partido perfecto“. Lo dice Germán Portanova, lo saben las jugadoras. Para que la ilusión se cristalice, ante Suecia habrá que dejar absolutamente todo, no cometer errores y, además, esperar que del otro lado ayude el resultado entre Sudáfrica e Italia para soñar con la clasificación. Es cierto que con el rival ya clasificado a octavos, la esperanza sea que algunas de sus máximas estrellas descansen. Pero eso tampoco es garantía.
Este miércoles a las 4AM, la Selección se juega su última chance. Ante una potencia, el rival más difícil del grupo, número 3 del ranking FIFA y tercer puesto en el último Mundial. Con jugadoras que se destacan en las mejores ligas: Fridolina Rolfo convirtió el gol del 3 a 2 para que Barcelona lograra su segunda Champions League hace apenas unas semanas.
Además, Stina Blackstenius, Lina Hurtig y Amanda Ilestedt son jugadoras del Arsenal, Johanna Kaneryd lo hace en el Chelsea, último campeón inglés, país donde también juegan Filipa Angeldal (del subcampeón Manchester City). El resto del plantel se reparte entre el fútbol local, Italia, España (Hanna Lundkvist es compañera de Banini en el Atlético Madrid) y Alemania. Top.
El drama de la altura
Así como Sudáfrica tenía un plantel sin jugadoras que llegaran al metro 70 de altura, el caso de Suecia es inverso: apenas una jugadora por debajo de 1.60, otra -Kaneryd- con 1.62 y el resto por sobre el metro 66 con mayoría de jugadoras que miden más de 170 centímetros. Hurtig es la más alta, con 1.80 de estatura, seguida por Rolfo, de 1.78.
“Venimos preparándonos para enfrentar este partido de la mejor manera. Es el equipo que mejor maneja la pelota parada y tiene jugadoras altas”. Tomó nota Portanova. Aunque contra Sudáfrica no tuvieron un partido sencillo (lo dieron vuelta y ganaron 2 a 1), contra Italia sacaron a relucir todo su potencial aéreo. Tres de los cinco goles llegaron a través de córners magistralmente ejecutados por Jonna Anderson.
Sorprendió, si, lo mucho que permitió Italia que las jugadoras suecas invadieran el área chica en cada tiro de esquina. De los siete que tuvo en total en los 90 minutos, tres terminaron en gol. “Sabemos dónde nos tenemos que ubicar y a quién marcar. Trataremos de defender la pelota parada de la mejor manera”, dijo Portanova.
La derecha sueca
Además de aprovechar la altura y las pelotas paradas, Suecia tiene una preferencia en ataque: el costado derecho. Kaneryd se destacó en ambos partidos profundizando por ese sector, tanto por presencia como con pelotas cruzadas para la diagonal de Blackstenius. Las combinaciones con Asllani y Angeldahl le trajeron problemas a Sudáfrica especialmente. Ante Italia, las de amarillo intentaron 11 veces por izquierda y 26 por el carril diestro.
Claro que por ese mismo sector también sufrió Argentina ante las africanas: el espacio entre Stábile y Cometti. Quizá por eso es que el DT nacional está pensando en un mediocampo más de contención, sin perder opción de ataque: jugadoras como Camila Gómez Ares, Romina Núñez (ingresó en el segundo tiempo del segundo partido y lo hizo bien) y Sophie Braun ya no en el lateral sino en su posición habitual (en el mediocampo) para darle estabilidad y neutralizar esas transiciones rápidas por ese sector del campo.
“Contrarrestar a Suecia es muy importante. Debemos estar en bloques unidos y cortar espacios para defender mejor”, analizó el DT. Pero no quiere resignar el ataque y la imagen que viene dejando el equipo, lejos de aquellos planteos defensivos de otros tiempos: “No debemos perder nuestro juego. Tenemos que intentar jugar a lo que vinimos. Queremos competir de la mejor manera más allá de las dificultades”.
A estadio lleno
Argentina se despidió de su estadía en Auckland (más allá del resultado, no regresará a Ellerslie) y viajó a Hamilton, donde jugará su último encuentro. Lo hará, además, en el Waikato Stadium que ayer anunció que agotó los tickets para el partido de este miércoles a las 4AM. El estadio tiene capacidad para 25.000 espectadores y si bien no había habilitado todas las tribunas tuvo que hacerlo ya que la demanda de entradas superó ampliamente las expectativas.
Este será el último partido que se jugará en el Waikato y la despedida será con tribunas colmadas. Y Argentina con ese marco soñará con seguir en la Copa.