Se viene el Gran Premio de Azerbaiyán (21 de septiembre) en la Fórmula 1 y Franco Colapinto todavía sueña con sumar sus primeros puntos con Alpine. Sin embargo, su rendimiento podría verse condicionado por una decisión clave del equipo francés: reemplazar el motor de su monoplaza y, en consecuencia, afrontar una penalización inmediata en la grilla de partida o seguir con el propulsor desgastado en Bakú. El dilema es claro, la elección permanece difusa.
El motor del auto de Colapinto acumula cuatro carreras consecutivas de uso (Bélgica, Hungría, Países Bajos e Italia) y se encuentra al límite de su vida útil. Queda a la vista cuando su rendimiento decrece notoriamente vuelta tras vuelta. El tema es que la unidad de potencia de Alpine ya superó los cuatro cupos permitidos para el cambio de componentes durante la temporada. Incluso, Colapinto ya está transitando con la quinta unidad de cada pieza.
Sin embargo, la complicación no se debe únicamente a Colapinto, sino a la herencia que recibió de Jack Doohan. Es que el australiano gastó tres de los cupos disponibles en apenas seis carreras. En consecuencia, el argentino se encontró desde su debut con un panorama muy ajustado y ahora paga las consecuencias.
Así las cosas, la situación deja a Alpine frente a una decisión estratégica. Mantener el motor actual podría evitar la sanción en Azerbaiyán, asumiendo el costo de que su piloto tenga un rendimiento claramente inferior. En cambio, reemplazar el impulsor significaría una penalización de cinco puestos por cada componente nuevo instalado. La diferencia es que, en un circuito como el de Bakú, donde la escudería no tiene grandes expectativas de clasificación, esa pérdida de posiciones no dolería demasiado.
El circuito urbano de Azerbaiyán es conocido por su alta exigencia para las unidades de potencia. Por eso, asumir la sanción ahora podría traer beneficios a futuro: sacrificar la clasificación de Bakú para llegar con un motor fresco a Singapur (5/10), pista que requiere de dotes técnicos y donde Colapinto, con el plus de componentes frescos, podría aspirar a competir con mejores armas.
Lo cierto es que el panorama de aprietos no solo se presenta en Alpine. Al margen de que Pierre Gasly, compañero de Colapinto, todavía cuenta con margen para modificar componentes, otros grandes nombres del paddock se encuentran advertidos. Entre ellos aparecen Lewis Hamilton (Ferrari), Yuki Tsunoda (Red Bull), Kimi Antonelli (Mercedes), Fernando Alonso (Aston Martin) y Liam Lawson (Racing Bulls).
Alpine y su motor, una amistad que pinta bien para 2026
Paradójicamente, los padecimientos que tuvo la escudería francesa desde inicios de temporada con su unidad de potencia podrían extinguirse para el próximo año. Es que, según lo informado por el medio especializado MotorSports, Alpine dejará de usar motores de Renault, que era una de las debilidades del auto, y comenzará a correr con los fabricados por Mercedes, aspirando a que los monoplazas reciban un salto de calidad y obtengan mejores resultados.
“Es considerado el fabricante más avanzado en el desarrollo del propulsor que combina el 50% de la potencia endotérmica con la misma cantidad de energía eléctrica”, afirmó el medio respecto a las ventajas que le dará este motor al auto de la escudería francesa.
