Durante los últimos años, la Selección de Inglaterra supo volver a pelear por títulos importantes, luego de décadas de malos tragos y desilusiones. A pesar de no conquistar títulos, el responsable de aquel mérito fue Gareth Southgate. Estuvo al mando del equipo durante nueve años desbordados de ilusión. Pero el golpe que significó perder la final de la Eurocopa 2024, la segunda al hilo, fue un punto de no retorno para el entrenador. No solo lo llevó a alejarse de su cargo, sino que directamente lo empujó a vestirse con un traje lo más alejado posible de las canchas.
El 14 de julio de 2024 fue la última vez que Southgate pisó un estadio de fútbol. Al caer contra España en la Eurocopa decidió dar un paso al costado. No soportaba más la presión que conllevaba cargar con la ilusión de una nación entera, situación con la que lidiaba desde 2015, luego de haber comenzado como técnico interino y terminar ratificado como entrenador, al estilo Lionel Scaloni, y con la cual la pasaba pésimo tras duras caídas o eliminaciones.
Bajo ese marco, Southgate confesó padecer un cuadro de estrés y, si deseaba alivianar cargas y que su cuerpo no le pasara factura a sus 54 años, entendió que alejarse de la dirección técnica sería lo más sano. En teoría, aquel retiro sería temporal, por un año.
Sin embargo, desde un primer momento hubo quienes intuyeron que ese adiós podría ser definitivo. “Sospecho que este podría ser su último partido como entrenador“, deslizó Gary Lineker, exdelantero y hoy comentarista, apenas minutos después de la caída inglesa en Berlín. La frase sorprendió a propios y extraños. Aunque, varios decidieron hacer oídos sordos y soñaron con verlo asumir nuevos desafíos en el corto plazo. De hecho, el Manchester United, antes de cerrar a Ruben Amorim, llegó a considerar su nombre.
Pese a la ilusión de los hinchas diablos, Southgate dejó pasar la chance de dirigir a Alejandro Garnacho y continuó con un ritmo de vida alejado de la táctica: asumió temporalmente el cargo de Observador Técnico en la UEFA, comenzó a dar clases en la Universidad de Negocios de Harvard y y se abocó a la escritura de un libro de autoayuda centrado en el liderazgo que desarrolló durante su paso por la selección. Actitudes con las cuales Southgate estaría enviando un mensaje oculto.
El gusto por el mundo empresarial
A pocos meses de que se cumplan los plazos de su promesa inicial, mientras en Inglaterra todavía están quienes se ilusionan con su regreso al ruedo, el propio Southgate habría demostrado la señal final para demuestre que su vínculo con la dirección técnica quedó atrás: decidió cambiar de profesión.
Según revelaron desde los documentos de MAS Investment Holdings Limited, la empresa que gestiona sus propiedades valuadas en 6,2 millones de libras, Southgate modificó su ocupación registrada: pasó de “entrenador de fútbol” a “director de empresa”
La decisión no solo representa su gesto más concreto hasta ahora de un posible retiro definitivo de la dirección técnica, sino que además confirma lo que Lineker ya había advertido tiempo atrás. No se trataría de tan solo un paréntesis. O al menos, el mismo sería mayor al de una temporada.
Hoy, instalado en North Yorkshire junto a su esposa Alison, el exdefensor estaría interesado en transitar una nueva etapa. Acto que, tras el rechazo de ofertas, tomaría mayor sentido. Posiblemente sus fanáticos deban seguir esperando más tiempo del planeado.
