Ambos llegaban similares, con una inmensa paridad en los resultados de la Liga Profesional y otros campeonatos, así como también desde el juego. Y esto se vio plasmado en el campo de juego de La Bombonera, donde en la edición número 213 del Superclásico, Boca y River se enfrentaron en un partido muy parejo entre sí que no tuvo mucho que destacar en el inicio del mismo.
El Alberto J. Armando fue una fiesta desde temprano, ya que dos horas antes que duelo tenga su puntapié inaugural ya se encontraba colmado. Sin embargo, los primeros minutos del partido no estuvieron a la altura de las circunstancias, debido a que hasta el entretiempo, reinó la táctica en el clásico y no se dieron muchas acciones destacadas de peligro, salvo por un cabezazo de Emanuel Mammana que Agustín Rossi tapó magníficamente.
En el complemento, Marcelo Gallardo hizo tres cambios directamente para darle una variante estratégica a su juego, pero de nada sirvió ya que a los 20 minutos del complemento, mediante un córner que llegó tras una superlativa atajada de Franco Armani, la ejecución de Pol Fernández fue precisa para que Darío Benedetto tenga su redención en Boca, tras una seguidilla de malos rendimientos y cuestiones fuera de la cancha.
El Pipa saltó de gran manera cuando el centro ya atravesaba la caída en forma de parábola, lo que hizo que el testazo salga con una fuerza exacta para que venza el arco de River. En el festejo, se colgó del alambrado como el “Manteca” Martínez y gesticuló en relación a quienes hablaban mal de él.
Es que de esta forma, Benedetto rompió una racha de 10 partidos jugados sin convertir, en lo que fue su peor seguidilla de encuentros sin goles como futbolista xeneize, rompiéndola en el momento más importante, en un Superclásico, logrando así una redención total con todo el Mundo Boca.
Gracias a este gol, el Xeneize se impuso una vez más ante River, siendo esta la segunda vez consecutiva, la cual a su vez es la segunda victoria superclásica para Boca en el año. A ocho se estiró la diferencia en el historial para los de la Ribera, quienes de la mano de Hugo Ibarra tuvieron una tarde-noche a puro festejo en Brandsen 805.