Ya está. Llegó a su fin. Los dos años de Lionel Messi en Paris Saint-Germain quedarán en el recuerdo de su exitosa carrera, pero los franceses tendrán una mancha difícil de limpiar: los pésimos tratos que le dieron al mejor jugador del mundo.
Después de lo que fue la caída de los parisinos ante Clermont por la fecha 38 de la Ligue 1, que significó el último partido de la Pulga en el equipo de la capital de Francia, los futbolistas procedieron a realizar la histórica vuelta olímpica para celebrar el undécimo título consecutivo.
Messi, que ya había avisado que no seguiría en PSG, no presenció los festejos y, junto a Neymar, se dirigió hacia el vestuario. Sí, como si nada le importara, el enojo del astro argentino pudo volver a notarse. De hecho, había tenido una actitud algo similar en Strasbourg, cuando los futbolistas celebraron el campeonato dentro de los vestidores.
En aquella ocasión, el capitán de la Selección Argentina solamente procedió a quitarse la indumentaria parisina mientras sus compañeros celebraban a los gritos y con botellas de champagne en sus manos. Y el video que se viralizó generó una enorme repercusión, tanto a favor como en contra del rosarino.
Ahora, Messi deberá definir qué será de su futuro, dado a que el 30 de junio finalizará su contrato con PSG y tiene la posibilidad de retornar a FC Barcelona, aunque también lo desean Newcastle, Inter Miami CF, Chelsea, Al-Hilal y, como quien quiere la cosa, el club de sus amores: Newell’s Old Boys.