El próximo miércoles desde las 16, el Mundial de Clubes se vestirá de gala: Real Madrid y Paris Saint-Germain se enfrentarán por un lugar en la final del certamen. Y aunque parezca extraño, habrá un espectador muy interesado en el resultado: Lamine Yamal. Pero, la joya del Barcelona no seguirá a su corazón culé. Esta vez, tiene una razón particular para alentar por su eterno rival.
Sí, el Real Madrid puede darle una mano clave a Lamine Yamal. La razón termina siendo simple: su carrera por el Balón de Oro 2025. Y el objetivo también tiene nombre y apellido: eliminar Ousmane Dembelé. Se trata de una chance inmejorable para evitar que su máximo competidor por el galardón individual no continúe incrementando las probabilidades de quedarse con el premio. Si quiere mantenerse en la pelea, deberá festejar por la Casa Blanca.
A lo largo de la temporada, los nombres de Lamine y el delantero francés se catapultaron como los máximos candidatos a recibir el Balón de Oro. El debate se encuentra en boca de todos desde hace meses. Pero lo cierto es que la consagración de PSG en la Champions League le dio un punto a favor a Dembelé, quien podría estar un leve paso adelante al también ser campeón de la Ligue 1, la Copa de Francia, la Supercopa francesa. De suceder también con el Mundial de Clubes, su candidatura sería prácticamente irrefutable.
En cambio, si el Real Madrid elimina al PSG, se le pondría un freno al impulso de Dembélé y la carrera por el premio seguiría abierta, dejando margen para que Yamal siga en la pelea. De alguna forma, los méritos individuales de Lamine podrían equilibrarse si su competidor directo no logra el pleno de títulos.
Así, las vueltas del fútbol ponen a Lamine en una situación inesperada: se ve beneficiado con una victoria del Real Madrid, a pesar que eso signifique que quede a las puertas de consagrarse campeón del primer Mundial de Clubes de la historia. Un título que, para más paradoja, Barcelona ni siquiera clasificó.
Los números de Lamine Yamal y Dembelé en la temporada
A nivel exclusivamente estadístico, el joven delantero español disputó un total de 55 partidos en la última campaña con Barcelona, anotando 18 goles y entregando 25 asistencias. Supo ser el líder absoluto de un equipo que alcanzó las semifinales de la Champions League y se quedó con el triplete nacional (Liga, Copa del Rey y Supercopa de España).
Por su parte, Dembelé mantuvo un registro superior: 34 gritos y 15 asistencias en 51 partidos disputados. Encontró su mejor versión de la mano de Luis Enrique y completó un año futbolístico con un solo bache: quedar eliminado con Francia de la Nations League frente a España, en semifinales. En un principio, una lesión muscular parecía que lo privaría de brillar en el Mundial de Clubes, pero debutó frente a Bayern Múnich en cuartos y convirtió el 2-0 para la victoria.
