Ayer en las redes, los hinchas de la Selección Argentina le agradecían a Messi haberse llevado a Mascherano a Inter Miami. Más allá de la chicana, hay una realidad: Masche tenía un equipazo hace dos años. Sino, miren el plantelazo que disputó el Mundial sub 20 de 2023.

Valentín Gómez, Colo Barco, Fede Redondo, Valentín Carboni, Luka Romero, Matías Soulé, Brian Aguirre, Alejo Véliz, Lautaro Di Lollo y muchos más. Con jugadores así, Mascherano la chocó. Hizo un papelón al no clasificar mediante el Sudamericano y tuvo que salir al rescate el Chiqui Tapia.

De urgencia, se confirmó a Argentina como sede y clasificamos por anfitrión. Aún así, Masche la volvió a chocar y nos eliminó Nigeria en octavos de final.

Hoy Diego Placente, con mucho menos, metió a la Selección Argentina a una nueva final en un Mundial sub 20. Es cierto que tiene un montón de valores interesantes, como Tobías Ramírez, que para mi ya está para la Scaloneta, o como Milton Delgado, que es chiquitito pero tiene un coraje enormes. Soler, Prestianni, Alejo Sarco, Silvetti, Maher Carrizo, que lo recuperamos para la final. Es un equipo con muchísimo huevo.

Estamos en la final una vez más, y también volvimos a demostrar que Argentina -en selecciones- es la envidia del mundo. Placente -la verdad- es, de Pekerman y Tocalli para acá, el mejor técnico que han tenido las juveniles argentinas. Y el domingo va por otra estrella.