Boca no puede jugar el Mundial de Clubes como lo hizo contra Newell’s este fin de semana en Rosario porque contra el Bayern Múnich se va a comer cinco goles y puede pasar un papelón.

El mercado pases pasado del Xeneize quiso ser calificado por el Riquelmsimo como el mejor de la historia, casi como cuando el club compró a Diego Maradona en 1981. Analicemos.

A Alan Velasco, por el que pagaron 10 millones de dólares, la camiseta le pesa 10 toneladas. Marró el penal decisivo con Alianza Lima y en su vuelta al equipo contra Newell’s tocaba para atrás y Gago lo terminó sacando.

Carlos Palacios, por su parte, demostró algunos destellos en algunos partidos, pero ya armó varios kilombos internos. El faltazo al entrenamiento del lunes fue lo último y el DT lo borró para el viaje a Rosario.

Ander Herrera es otro caso de estudio. La rompió contra Argentinos de Monte Maíz y contra Central Córdoba, pero ya lleva tres desgarros en estos meses y salió llorando de la cancha. La verdad que técnicamente es muy bueno, pero físicamente no le da para jugar en Boca.

Williams Alarcón fue otro de los fichajes y hasta ahora nada de nada. Agustín Marchesín atajó bien algunos partidos y fue figura, pero tiene la manchita de haberse bajado en los penales contra Alianza Lima.

Rodrigo Battaglia, hoy suplente de Di Lollo, que entró contra Newell’s y lo primero que hizo fue regalarle el tercero a Cocoliso González. Ni hablar de que l e quedó el rebote de un penal con el arco libre y le apuntó al palo donde estaba Keylor Navas.

El que más rindió de todos, sin dudas es Ayrton Costa, el que llegó con perfil más bajo.

Resumiendo, bueno nombres, sin dudas, pero en resultados, otro fracaso de la gestión de Riquelme.