En todo el 2024, Enzo Pérez no pudo soltar a River. Usó a Estudiantes como ese hombre que se separa del gran amor de su vida y vuelve con la ex hasta que el amor de su vida le abre la puerta otra vez.

Si repasamos el año del mendocino, hay que recordar la final entre el Pincha y el Millonario, cuando después de haberse ido a los tiros con Martín Demichelis haya ido a darle la mano al DT para calmar las aguas y quedar bien con los hinchas y la dirigencia.

Elimina a Boca de la semifinal de la Copa de la Liga y se saca la camiseta de Estudiantes para mostrar el escudo de River. Más tarde, cuando volvió Gallardo, fue a ver a un palco del Monumental a ver un partido de la Copa Libertadores.

Está claro que la cabeza y el alma de Enzo estuvieron siempre en River, mientras su cuerpo estaba en Estudiantes, donde tuvo un buen año y dio dos vueltas olímpicas.

La gran pregunta es, ¿River necesita para la Libertadores y el Mundial de Clubes 2025 a un futbolista que fue extraordinario pero que va a cumplir 39 años y que en el final de su etapa en el Millonario, para mí, no le dio para jugar al más alto nivel? Yo creo que no.

Si Enzo la llega a romper, no tendré problemas en decir que estuvo a la altura. Veremos si la mano de Gallardo hace que Enzo Pérez vuelva en su mejor nivel o si es solamente un regreso de un héroe de Madrid que ya no está para jugar en la Primera de River.