Alejado del fútbol profesional, Maxi López dio una extensa entrevista con el canal de Youtube “El After Post United”, en donde hizo un repaso sobre toda su carrera y recordó momentos puntuales de su paso en River, club en el que hizo las divisiones inferiores y salió campeón.

Uno de los temas que tocó fue el Superclásico en La Bombonera, en el que mostró un buen rendimiento ante Boca, por lo que se ganó un lugar como titular en el equipo. Además, recordó su penal errado en la semifinal de la Libertadores 2004 y su relación con Ramón Díaz, el DT que lo hizo debutar.

El debut en River y la relación con Ramón Díaz

A pesar de que sumó minutos en diferentes encuentros, Maxi López tuvo su debut como titular en un clásico contra San Lorenzo, en el que además marcó su primer gol como profesional. Previo a este duelo, tuvo una particular charla con Ramón Díaz, el entrenador en ese entonces. 

En ese partido Ramón me dijo que iba a ser titular y me preguntó si iba a hacer un gol. Le dije que sí. Era una presión enorme porque era mi primera titularidad, en un clásico contra San Lorenzo. Tuve un partido muy bueno, hice un gol y ganamos 1 a 0″, comentó el ex delantero.

Y agregó, respecto a su relación con Ramón Díaz y el festejo de gol con él: “Sigo en contacto con Ramón, tenemos muy buena relación con él y con la familia, por eso fui y lo abracé en el primer gol, para agradecerle”. 

El mal momento en River

Ante la llegada de Manuel Pellegrini al club, López perdió terreno en la consideración por decisión de la dirigencia, debido a que no aceptó una oferta por parte del Palermo de Italia, ya que tenía el deseo de marcharse a la Premier League tras un ofrecimiento del Arsenal. 

“Cuando llegó Pellegrini tenía una oferta del Arsenal, pero River se puso de acuerdo con el Palermo y yo no me quería ir ahí, quería ir a Inglaterra. No aceptaron la oferta, no acepté la italiana y me colgaron por eso. No jugaba ni en los partidos de entrenamiento. Un día vino Pellegrini, me dijo que no era una decisión suya, sino del club  y por eso no me podía convocar. Fue una persona que me llegaba con el mensaje que daba y sabía que no era una cuestión de nivel. Me tocó estar unos cuatro o cinco meses sentado en la tribuna”, soltó.

Y agregó: “Me pasaba que a veces tenía tanta impotencia que me iba con mis amigos a jugar porque no jugaba en River. Ya era un jugador profesional y no estaba bien, pero era una especie de terapia para correr y liberarme. No fueron meses fáciles pero aprendí que el fútbol tiene las cosas buenas y malas”.

El Superclásico que le marcó la carrera

En el Torneo Clausura 2004, River venció a Boca 1 a 0 en La Bombonera con gol de Fernando Cavenaghi y gracias a este resultado no solo lo superó en la tabla de posiciones, sino que también encaminó su consagración en el certamen. En este duelo, López ingresó a los pocos minutos por la lesión de Salas y tuvo un buen rendimiento, por lo que se ganó el puesto. 

“Se lesionó Salas a los cinco minutos y el técnico me dijo que entrara, sin hacer ningún calentamiento ni nada, pero estaba listo. Hice el mejor partido de mi vida, de mi carrera en Argentina. Es difícil explicarlo porque hay que vivirlo. Se jugaba con las dos hinchadas, con la cancha explotada y me acuerdo que tuve un partido fuera de serie”, inició. 

Siguiendo por la misma línea, dejó una chicana para el Xeneize: “Me acuerdo que estaban todos callados, porque jugar con el rival de toda tu vida y que estén todos callados no pasa en Argentina, allá se alienta y se canta desde una hora antes. Fue el partido que me cambió la vida”.

Además, explicó que este clásico le generó una mayor exposición: “La gente sabía que vivía ahí, siempre fueron muy educados y habían más de 500 personas, me traían comidas y regalos. A partir de ahí me cambió mucho porque tomás un nivel de exposición a nivel mediático que es muy grande. Es un partido que te puede catapultar muy bien o enterrar para mal”.

Y cerró el tema, confesando que este partido le sirvió de vidriera: “Muchos dicen que después de ese partido me compró el Barcelona, pero me siguió mucho y no sabía. Fue mi partido de vidriera, que marcó un antes y un después. Me gané mi lugar y terminé jugando toda la temporada”.

El penal errado contra Boca

En la Libertadores 2004, River quedó eliminado en las semifinales del certamen tras perder por penales contra Boca en el Monumental. En esta tanda, López erró el quinto para su equipo. “Astrada preguntó quién quería patear y yo dije que me ponga quinto. Decidimos ahí en octavos contra Santos Laguna y pasamos. La semifinal contra Boca fue terrible. Pedí el quinto penal y en aquel momento, siendo tan joven, no estaba tan preparado”, arrancó.

Aprendí cuando hice el salto a Europa sobre cómo se preparaban los partidos. Sabes que los arqueros se preparan y ven donde patean. Pateé donde pateaba siempre y el arquero me lo atajó. Fue el quinto penal, contra el rival al que le habíamos ganado en el campeonato. Me tocó errarlo y fue el fin del mundo, no podía parar de llorar en el vestuario, me encerré en el baño y me sacó el entrenador”, siguió.

Y concluyó: “Fue una herida que tardó en curar. El consuelo fue que le ganamos el Clausura a Boca y que ellos perdieron la final. El entrenador y mis compañeros estuvieron muy cerca en ese momento, entonces la pasé menos mal”.