Jennifer Capriati era apenas una niña cuando debutó en el circuito de la WTA y con 14 años puso de rodillas a varias de las grandes figuras de aquel entonces. Pero, tiempo después la gloria quedó empañada por escándalos, denuncias y un retiro seguido del abuso de drogas.
La norteamericana que supo dominar el deporte, se vio dominada por los excesos y tras su retiro obligado a los 27 años, fue internada por una sobredosis y se aisló de la prensa y del deporte.
A los 14 años hizo historia
Capriati nació en Nueva York en 1976 y en 1990 ya era profesional. Fue ese año, en Boca Ratón, Florida, que sorprendió al mundo al alcanzar la final del certamen norteamericano, instancia en la que fue derrotada por la argentina Gabriela Sabatini. Con 13 años y 11 meses, se convirtió en la jugadora más joven en llegar a una final de un torneo de la WTA, pero eso no era todo.
Durante esa temporada se coronó en San Juan, Puerto Rico, y uno de los hitos más recordados es el de haber llegado a semifinales de Roland Garros, instancia en la que le presentó batalla a Monica Seles. También alcanzó los octavos de Wimbledon y del US Open, torneos en donde se despidió al caer contra Steffi Graf.
Semejantes rendimientos le permitieron meterse en el Top 10 con apenas 14 años. Es que en 1990 llegó a ser número 8 del mundo, algo que no lograron tenistas de la talla de Roger Federer, Novak Djokovic o Rafael Nadal, quienes a esa edad ni siquiera eran profesionales.
Capriati alcanzó la gloria y la cima del mundo
Después de ese arranque sorprendente, llegaron los éxitos. En su carrera se alzó con tres títulos Grand Slam: Abierto de Australia 2001 y 2002 y el Roland Garros 2001. A su vez, se colgó la medalla de oro en Barcelona 92 al vencer a Steffi Graf y en total alcanzó 31 finales y levantó 14 trofeos individuales al ganarle finales a estrellas como Mónica Seles, Martina Hingis o Conchita Martínez.
Su mejor año fue 2001, en donde también logró llegar a semifinales de Wimbledon y del US Open. Por eso, en esa temporada escaló hasta la cima del ranking de la WTA.
Retiro anticipado y escándalos con su padre
Conformada como una estrella del tenis, la norteamericana empezó a padecer las lesiones en el hombro derecho y espalda a punto tal de que a comienzos de 2004 se ausentó del Abierto de Australia y luego, cuando nadie lo esperaba, se bajó de los Juegos de Atenas una semana antes del inicio del megaevento.
Ese año, finalmente dijo adiós y con solo 27 años se retiró. “Dejé el tenis antes de lo que esperaba, antes de lo que quería, y por eso no pude dejarlo en mis propios términos. No pude agradecer a todas las personas que tuvieron un impacto tan positivo en mi vida”, declaró en 2012, cuando fue ingresada al Salón de la Fama del Tenis.
Tras su despedida, se alejó de los medios y se negó a dar entrevistas. Incluso, muchas personas relacionadas al tenis señalaron en varias ocasiones a su padre, Stefano, quien tenía una metodología de entrenamiento muy estricta con su hija, a punto tal de que lo acusaban de maltratador.
El episodio más conocido sucedió en 2002, durante la Fed Cup, cuando la capitana estadounidense, Billie Jean King decidió echar a Jennifer del equipo por culpa de su padre, quien evadió la seguridad y en medio de un escándalo irrumpió en una práctica a puertas cerradas. “La competición de la Fed Cup se compone de juego por equipos, y las reglas de nuestro equipo se aplican a todos los jugadores para garantizar un concepto de equipo”, declaró King en aquel entonces.
El abuso de drogas y el aislamiento
Tras su retiro, Capriati abandonó todo tipo de exposición. Incluso, en la actualidad no tiene redes sociales, salvo por una cuenta de X (ex Twitter) que apenas utiliza, y es raro verla participando de algún evento.
Por eso, fue llamativo cuando en 2010 los principales portales de noticias norteamericanos informaron que había sido internada de urgencia a un hospital del sur de la Florida. La información rebotó en todo el mundo, sobre todo después de que se filtrara de que se trataba de un caso de sobredosis por abuso de sustancias.
Varias horas más tarde, la portavoz de la ex tenista, Lacey Wickline, le envió un breve comunicado a Associated Press: “En respuesta a las muestras de preocupación y apoyo que han mostrado los fans y amigos de Jennifer en todo el mundo, nos gustaría reconocer que Jen se está recuperando en un hospital del sur de Florida de una sobredosis accidental de medicamentos. Jen se está recuperando por completo y de forma estable. La familia Capriati pide que se respete nuestra privacidad en este momento. Proporcionaremos actualizaciones cuando estén disponibles”.
Lo cierto es que ese episodio revivió un hecho que parecía olvidado en el pasado. En 1994, luego de lo que había sido su irrupción en el circuito, se alejó de las canchas durante una semana para iniciar una rehabilitación, después de haber sido detenida por la policía por posesión e marihuana ese mismo año en un hotel junto a otras dos personas. Además, en 1993 había sido retenida por agentes por un caso de hurto de un anillo en una tienda.
“No estaba feliz conmigo misma, ni con mi tenis, ni con mi vida, ni con mis padres, ni con mis entrenadores, ni con mis amigos… Cuando me miraba al espejo veía una imagen distorsionada: era tan fea y gorda. Sólo quería matarme, de verdad“, reveló en una entrevista con The New York Times en 1994.
Tras esa internación en 2010 poco se volvió a saber de su estado y desde entonces sus apariciones públicas han sido a cuentagotas.
En 2013, su apellido reapareció en la prensa a raíz de un caso judicial debido a que su por entonces ex pareja, Ivan Brannan, la denunció por agresión y acoso durante casi un año. Finalmente, se le retiraron los cargos a cambio de que realizara servicio comunitario.
Actualmente tiene 48 años y vive en Singer Island en el condado de Palm Beach, Florida, alejada totalmente de la vida pública y del tenis.