En nada más que dos partidos, uno que terminó con derrota 1-0 ante Estudiantes por Liga Profesional y el otro con victoria agónica sobre Deportivo Pereira por Copa Libertadores, Valentín Barco, de solo 18 años, le dio una bocanada de aire fresco a Boca, que tampoco con el arribo de Jorge Almirón parece encontrar todavía un rumbo futbolístico.
El juvenil, que había quedado relegado del primer equipo durante el ciclo de Hugo Ibarra por cuestiones que tenían que ver con su situación contractual más que con su proyección, fue figura destacada del Xeneize el martes y se ganó con ello el aplauso de los hinchas, que le valoraron tanto juego como personalidad y entrega.
El miércoles que pasó, todos hablaron de Barco. Nació entonces una nueva prueba que deberá superar el jugador y que tiene que ver con saber lidiar con las expectivas que generó en tan solo dos partidos, los de su reaparición. Una presión muy similar a la que recientemente confesó Claudio Echeverri, el crack de la Selección Argentina en el Sudamericano Sub-17, que pertenece a River.
En el debate sobre si se están apresurando o no las valoraciones sobre Valentín Barco, Rodolfo Cingolani lo emparentó nada menos que con Juan Román Riquelme en sus primeros partidos con la camiseta de Boca. “Hay dos jugadores en la historia de Boca que ya desde el segundo partido cantaron por ellos”, anunció en TyC Sports.
“Primero Riquelme. El segundo, Barco. En el segundo partido ya cantaron por él. La gente no se equivoca. Este pibe tiene algo extraordinario. Acaba de nacer futbolísticamente el 3 de la Selección Argentina”, se animó a pronosticar El Gringo.







