Gustavo Gómez pasó de poder convertirse en un referente de Boca a ser uno de los futbolistas menos queridos por los hinchas. El zaguero estuvo muy cerca de llegar al Xeneize pero la transferencia no se dio por diferencias contractuales y meses después aterrizó en Palmeiras.
Tan mal quedó la relación entre el central paraguayo y el club de la Ribera que, en aquella semifinal ante el Verdao en 2018, toda La Bombonera cantó en su contra. Hoy, ya con dos Copa Libertadores bajo el brazo y después de un par de años, el ex-Lanús contó su versión sobre aquella negociación.
“Lo de Boca nose dio porque la gente (dirigencia) de Boca noquiso. Hice la revisión médica, fui al club, tengo fotos con la camiseta, hablé con la nutricionista, con el psicólogo, hice nota para Boca TV, ya estaba todo”, explicó el defensor.
“Voy a decir mi interpretación de lo que pasó: en ese momento iban a vender a Magallán a Holanda y al final esa operación no se hizo. Entonces me cambiaron el contrato. Habíamos acordado una cosa y a la hora de firmar había otro. No se dio porque ellos no quisieron”, cerró.