De cara al mercado de pases de mitad de año, en los últimos días comenzó a surgir el rumor de que Boca estaría interesado en Valentín Gómez, el defensor central de Vélez, y a cambio de esto, el Xeneize ofrecería un truque, por Exequiel Zeballos y Luis Advíncula, relegados por Gago.
Sobre esto, el entrenador del Fortín, Guillermo Barros Schelotto, fue consultado en conferencia de prensa luego de la derrota de su equipo como local ante Sarmiento, y fue categórico a la hora de responder, ya que afirmó que no habló con ningún dirigente ni jugador.
“La verdad sé lo que me estás preguntando, me lo han preguntado por privado en estos días. No hablé con nadie, con ningún dirigente, con ningún jugador. En este momento tenemos cuatro por jugar, tres ahora, con River, Gimnasia y Talleres”, inició el ‘Mellizo’ con sus declaraciones.
“Tenemos los cuatro partidos de Copa, y después del último partido del semestre nos vamos a sentar y vamos a hablar para ver qué tenemos que hacer y lo que vamos a buscar. No hablé con nadie, todo lo que salga de mí, que yo pedí y hablé, es todo falso porque no lo voy a hacer hasta después del último partido de Copa y voy a hablar con los dirigentes”, continuó.
Y cerró, categóricamente: “Antes no podés hablar porque los jugadores están en sus equipos y no podes hablar con nadie. Vamos a tener casi 40 días, tenemos tiempo y en ese momento veremos qué es lo mejor para Vélez para conseguir jugadores. Todo esto es todo falso, conmigo no habló nadie. Me reservo la opinión de Zeballos o Advíncula”.
Esta no es la primera vez que Boca está interesado en el defensor central de 21 años. En los anteriores mercados de pases también quisieron ficharlo, pero nunca llegaron a un acuerdo con Vélez, debido a la importante cifra que pedía el club de Liniers para liberarse de su ficha.
Valentín Gómez, contra la dirigencia de Vélez
Después de que no pudiese cerrarse su pase al Udinese a través de Foster Gillett, Gómez tuvo que regresar a Vélez y en su “redebut” disparó contra la directiva del Fortín por lo sucedido: “Eso también es culpa de la dirigencia de Vélez. Si bien el primer responsable es Foster (Gillett), obviamente, no les costaba nada mandarme un permiso para entrenar a contra turno. Me tuvieron 10 días llorando en una habitación sin poder entrenar”.
Además, tiempo después en una entrevista con Líbero, siguió con su descargo, donde comentó: “Llegué a no sentirme jugador de fútbol. Fueron momentos muy complicados, vivíamos el día a día sin saber qué iba a pasar”. Y sentenció: “La forma en la que se manejaron no fue justa. La renovación del contrato iba a ser por un año y me pidieron que sea por dos porque les servía en lo político. Yo podría haber esperado seis meses más e irme libre”.
Por su parte, Vélez había emitido un comunicado para dejarle en claro a los socios que el problema había sido el incumplimiento del empresario estadounidense que nunca depositó el dinero correspondiente. “Luego de sucesivas prórrogas sin haber recibido el pago, y considerando la intención del jugador de ser inscripto en Italia como agente libre (…) el Club dio por caída y finalizada la operación. Se le comunicó al jugador que regrese al país para ponerse a las órdenes del cuerpo técnico del primer equipo conforme su contrato laboral vigente”.
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