Luego del partido de ida en el José Amalfitani de Liniers en el cual Vélez le ganó por la mínima a River en su casa con el gol de Lucas Janson, se sabía que el encuentro de vuelta por los octavos de final de la Copa Libertadores llegaban al Monumental con una llave aún abierta, ya que solo un tanto era el resultado que separaba ambos clubes respecto a los primeros 90 minutos.

Julián Álvarez en su último partido en River (foto: Getty)
El Fortín llegó a Núñez con un estilo totalmente distinto a la ida, ya que en lugar de ser punzantes con la ofensiva por los extremos, fue más conservador y esperó en su zona del campo, aguantando el resultado.
River, por otra parte, sí salió con el cuchillo entre los dientes para buscar la victoria y revertir el resultado que en Liniers había sido trunco para los de Marcelo Gallardo. Sin embargo, no pudieron llegar siquiera al gol de la paridad que haría que el equipo clasificado se defina desde el punto de penal, ya que Vélez sostuvo el 0 a 0 en el marcador y el gol en la ida de Janson le dio el pase a cuartos.

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De todas formas, River convirtió un gol que llegó producto de un centro de Esequiel Barco y un cabezazo de Matías Suárez sobre la línea, pero el árbitro Roberto Tobar fue al VAR a chequear la jugada y tras una minúscula mano en el recorrido de la pelota rumbo al arco, el colegiado anuló el tanto, haciendo que todo el Monumental, con los jugadores y el cuerpo técnico millonario estallen contra el arbitraje.
Sobre el final del partido, debutó en Vélez Diego Godín, quien ingresó para custodiar el área fortinera. Y de esta forma, con polémica mediante, el conjunto de Alexander Medina dio el batacazo y eliminó a River en instancias de octavos de final de la Copa Libertadores. Ahora, en cuartos, se enfrentará con Talleres, quien se metió más temprano al dejar afuera a Colón. Desde octavos, la Libertadores ya no contará ni con Boca ni con River. Sorpresa total, y gran performance del Fortín.







