Cuando Napoli se consagró campeón de la Serie A en la temporada 1989/90, entre la locura y la alegría del Scudetto, Corrado Ferlainao buscaba desesperadamente a Diego Armando Maradona para abrazarlo y agradecerle el título. Sin embargo, el presidente del club se llevó una sorpresa inesperada.

Con ganas de sumar nuevos desafíos para su carrera, el 10 argentino quería terminar su vínculo con el Napoli y dar el salto a otra liga. Sin embargo, desde el conjunto italiano le negaron esa posibilidad y Maradona comenzó a tomar varias decisiones que lo alejaron de la profesionalidad que lo había puesto en lo más alto.

Una racha de hechos que terminaron de explotar hace exactamente 31 años, el 24 de marzo de 1991 Diego salía a jugar al Estadio Luigi Ferraris sin saber que aquella tarde de domingo sería la última en su amado Napoli. Incluso, en aquel partido le regaló su camiseta a Roberto Mancini, actual DT de Italia, quien guarda tamaño tesoro con mucho cariño.

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Aquel partido terminó con un 4-1 a favor de los locales gracias a los goles de Cerezo, Vialli (2) y Lombardo. El descuento para la visita; ningún otro que Diego Armando Maradona. El último gol en un equipo que lo vio triunfar y ser campeón de dos ligas, dos Copa Italia, una Supercopa y una Copa UEFA.

Finalizado dicho encuentro, Maradona fue llamado para pasar por el control antidoping. Horas más tarde, la Justicia Deportiva italiana informaría que el 10 daba resultado positivo por cocaína. Un golpe tremendo para el Diego, Napoli y todo el mundo futbolero. La sanción por este resultado fue de 15 meses.

Si bien Maradona volvió al fútbol y pasó por Sevilla, Newell's y Boca, incluso considerando el gran nivel que demostró en el Mundial del 94, nunca se volvió a ver a un Diego como el del Napoli. Tan determinante y gigante. Por eso, hace 31 años se podría decir que la figura comenzó a ser leyenda.