Julián Álvarez tuvo la oportunidad de ser titular en Manchester City este sábado, en un partido de máxima exigencia y rivalidad recibiendo al Liverpool de Jürgen Klopp, entrenador que tiene historial favorable sobre Pep Guardiola. El ex-River estuvo desde el inicio por la lesión de Erling Haaland, el goleador intratable que ha tenido mucho que ver con que este juegue muchos menos minutos de los que hubiese sumado en cualquier otro equipo del mundo.
La competitividad en la ofensiva del City, está clarísimo, es enorme. Sin embargo, esto no ha generado rivalidad entre los futbolistas. Por el contrario, el Androide Noruego celebró con locura el gol de Julián que significó el empate parcial ante un Liverpool que se había puesto en ventaja demasiado rápido en el partido gracias a un tanto de Mohamed Salah.
Las cámaras de la televisión no tardaron en irse hacia al palco en el que se encontraba Erling Haaland apenas el argentino decretó la igualdad, definiendo de primera una gran jugada colectiva que tuvo a Jack Grealish como asistidor. Allí, el noruego gritó el gol más que uno propio, empujando para contagiar a quienes lo acompañaban y abrazándose después.
Tras irse en igualdad al descanso, Manchester City fue una verdadera aplanadora en la segunda mitad y terminó doblegando al Liverpool con holgura. Kevin De Bruyne dio vuelta el marcador ya desde el primer minuto del complemento, para que cayeran luego los goles de Ilkay Gündogan y Jack Grelish para el 4-1 definitivo.