El inflador fue una marca registrada. Un festejo made in 90s que trascendió en el tiempo. Los goles de Claudio Javier López tenían ese sello: en Racing, en Lazio, en Valencia, en el América de México o en el Colorado Rapids. Hoy, lejos de aquellos festejos y de sus desbordes por los costados a toda velocidad, el Piojo viste traje y aunque ya pisó los 50 mantiene la frescura que siempre lo caracterizó.
En marzo del 2023, López se instaló nuevamente en Valencia, luego de pasar sus últimos años en Estados Unidos, trabajando como director deportivo del Colorado Rapids, su último club como jugador. El llamado que lo tentó se lo hizo otro ídolo del Valencia, máximo goleador de la selección española y campeón del mundo en 2010: David Villa.
Tras ese llamado, el exRacing se sumó a los diferentes proyectos del DV7 Group como miembto del Comité de Dirección. ¿Cuál es su tarea? Dirigente, consejero, asesor, buscador de talentos, analista, consultor. De todo un poco. Ahora, además, está realizando el Curso Superior Universitario de Director Deportivo en Fútbol en la Real Federación Española.
La idea de ser entrenador nunca pasó por la cabeza del Piojo. Tras su retiro tuvo un coqueteo con el Rally -mientras estuvo instalado en su Córdoba natal- pero tras el ofrecimiento de su exequipo de la MLS decidió perfilar su carrera para el lado dirigencial. Por eso, tiempo después el llamado de su amigo Villa le vino a la perfección.
Aunque no compartieron equipo con el Guaje, el goleador lo convocó luego de cruzarse en norteamérica, donde estaba trabajando en el New York City. Y le ofreció sumarse a su grupo empresarial, el DV7 Group. López no dudó: su hijo Joaquín, delantero y más parecido al Piojo que el propio Piojo, ya se había instalado en Valencia para jugar en el Roda, así que todo cerró y armó las valijas.
Un club, un título
Si algo caracterizó a la carrera del delantero fueron los éxitos: fue campeón tres veces con el Valencia (además de alcanzar una final de Champions), dos veces con Lazio, tres títulos con el América y uno con el Rapids. Es cierto, le faltó celebrar con Racing y con la Selección (fue medalla de plata en los JJOO de 1996 y jugó los mundiales 98 y 2002). Ahora, con el DV7 Group ya dio su primera vuelta olímpica.
Uno de los proyectos más importantes del grupo del Guaje fue adquirir y tomar las riendas del Club de Fútbol Benidorm: una institución que fusionó al Fútbol Club Atlético Benidorm (desaparecido en 2017) y el Racing Club Benidorm. En el 2024, bajo la gestión de López-Villa, el equipo de Alicante logró el ascenso a la Tercera División, ganando el campeonato tres fechas antes.

El Piojo con la copa que lograron en la categoría Preferente y que les dio el ascenso a Tercera. Foto Benidorm.
Un pie en Sudamérica
El grupo empresarial que comanda Villa tiene varias patas muy fuertes. Además de la gestión del Benidorm, poseen academias de fútbol en diferentes puntos del mundo, también una división que se encarga de comunicación y marca personal para deportistas y medios, y el DV7 Management, que realiza representación y asesoramiento de jugadores y entrenadores.
Dentro de los DT que representan se encuentra nada menos que Guillermo Barros Schelotto, el flamante técnico de Vélez. De hecho, un miembro de la división latinoamérica de la empresa estuvo en el José Amalfitani para la firma del contrato del Mellizo. Y también representan a Nicolás, hijo de Guille, que volvió a Gimnasia tras un paso por LA Galaxy.
Entre otros jugadores con los que trabajan también está Máximo Carrizo, el jugador de la selección de USA que tiene padres argentinos, Ramiro Hernándes, de Belgrano de Córdoba, entre otros colombianos, españoles y norteamericanos.

El Piojo con Ramiro Hernández, de Belgrano. Foto DV7 Management.
Un modelo Piojo
Su regreso a Valencia lo acercó de nuevo a los hinchas y también a aquellos años de gloria: se cumplió un cuarto de siglo desde la obtención de la Copa del Rey ante el Atlético Madrid (hizo dos goles en la final), y en mayo se cumplirán 25 años de la histórica final de Champions en la que cayó ante el Real Madrid.
En aquel entonces, la empresa que vistió al equipo era una marca local, que ahora apuesta a ganar mercado a partir del acuerdo con el Piojo, quien se convirtió en su nuevo embajador. “Para mí, regresar a Luanvi es volver a mis raíces, a los momentos más especiales de mi carrera. No sólo fue mi patrocinador en el campo, sino que se convirtió en parte de mi historia y de mi identidad como futbolista. Estoy encantado de ser embajador de una marca que siempre me ha acompañado en los momentos más importantes de mi vida deportiva”.
El heredero

No, no es el Piojo, es el hijo, Joaquín. Foto IG.
Ni Claudio ni su familia son de compartir su vida en redes sociales. El Piojo vive con su mujer y sus dos hijos, Ezequiel es el más pequeño y Joaquín el mayor, quien decidió dedicarse al fútbol, quien tuvo la oportunidad de instalarse en Valencia en el 2022 y fue la punta de lanza para que luego viajara el Piojo.
“El ya venía jugando al fútbol en Argentina, en Belgrano de Córdoba, y después se le presentó la oportunidad de venir a un equipo de Juvenil División de Honor. Y una vez que terminó ese período, fue a entrenar al Roda. Lo convocaron, estuvo y bueno, agarró viaje ahí, como decimos nosotros. Está en la lucha, está en el trabajo, en el querer progresar, en el querer aprender”, contó para Relevo.
“Papá sólo va y mira los partidos, y hablamos, intercambiamos opiniones, pero como papá e hijo. Es lo que tengo que hacer, apoyarlo al máximo. Sobre todo, que sea feliz. Yo creo que él encontró, después de todo este proceso y todos estos años de jugar y de querer hacerlo, la felicidad y la alegría de todos los días tener la ambición de querer jugar y de querer entrenar y de querer aprender y progresar. Y ése es el mejor motor que puedes tener en esta profesión“.
Un motor que al Piojo lo llevó a conquistar cada lugar que pisó. A puro inflador.

ver también
Fue remisero, jugó en Racing e Independiente y mandó al descenso a River: “No se olvida nunca más”

ver también
Ganó la Sudamericana con Independiente, protagonizó una salvaje pelea y ahora juega en el Federal A: qué es de la vida de Nicolás Mazzola







