Tras un primer tiempo deslucido y sin llegadas al arco rival, Boca se repuso en el Superclásico en el complemento y fue mejor que River, sobre todo por la precisión mostrada frente a la portería del otro equipo. 

 

En el primer remate claro al arco que tuvo Boca, aprovechó para facturar el único tanto del encuentro en los pies de Sebastián Villa. El gol llegó a los ocho minutos de la segunda parte debido a un error garrafal de Leandro González Pirez en la salida del Millonario y que no pudo remediar Armani ante la gambeta hacia afuera del colombiano, quien luego metió su típico y polémico baile para festejar el tanto.

El Xeneize mejoró mucho con los cambios en el entretiempo, habiendo entrado Luis Vázquez y Nicolás Figal por Benedetto -quien jugó los primeros 45 minutos con fiebre y apenas recuperado de una lesión- y Luis Advíncula -amonestado y al borde de la expulsión-. Óscar Romero también tuvo grandes destellos en su ingreso y hasta tuvo una chance de gol luego de un remate de Juan Ramírez que contuvo Armani.

 

Sin embargo, la gran figura del encuentro estuvo bajo los tres palos, siendo éste Agustín Rossi. El arquero de Boca se vistió de héroe para evitar la caída de su arco ante los prominentes ataques de River, quien estaba agazapado en búsqueda del empate y que fue imposible de concretarse por los guantazos del arquero Xeneize. Sin dudas, una noche consagratoria para él.

Esta victoria simbolizó también la primera victoria en clásicos de manera oficial para Sebastián Battaglia como entrenador, ni más ni menos que ante River en el Monumental, lo que también será un envió anímico para lo que viene. El "León" también tuvo gran mérito en el resultado, ya que sus cambios fueron la clave para la victoria xeneize en Núñez.