Tres meses pasaron desde la designación del nuevo cuerpo técnico. Tres meses y nada menos que seis partidos, tres fechas FIFA aprovechadas al máximo para ganarle al tiempo. Porque Germán Portanova tiene un objetivo de máxima: llegar de la mejor manera a la Copa América, que clasificará al Mundial. Con el 2021 ya finalizado en cuanto a partidos, quedarán apenas siete meses de trabajo.
Para lograrlo el DT entiende que debe ir dando pequeños pasos por ese camino: el armado de un grupo, la consolidación de un equipo, la asimilación de un estilo de juego -que difiere bastante del pasado y eso es una buena noticia-, la búsqueda de las mejores intérpretes, jugar, jugar y jugar. Quizás es lo más positivo de este proceso que se inició en septiembre: se utilizaron las tres fechas FIFA disponibles. Dos partidos con Brasil, uno ante México, otro con Chivas de Guadalajara y los últimos dos -ambos empates en la altura- ante Ecuador.
Se podrá discutir si desde aquel 2019 -de Mundial y plata Panamericana-, con conflictos entre cuerpo técnico y jugadoras, se perdió demasiado tiempo para encarar esta nueva etapa. La realidad indica que el presente es éste, y no está nada mal. Con un cuerpo técnico que de a poco busca ir uniendo las partes rotas, sumando a las históricas -aunque falten un par como Banini- con juveniles y algunas debutantes. El técnico entiende que ese proceso es lento y que será por etapas, que se necesita tiempo para rearmar.
Los resultados (tres derrotas, dos empates y un triunfo ante un equipo de liga) dicen menos que lo que realmente conquistó este equipo en poco tiempo. Hay una idea de juego, un esquema y una ambición que son diferentes. El primer partido ante Brasil, que terminó 1-3, logró algo hasta hace tiempo impensado: la entrenadora de una de las potencias mundiales se ofuscó por juego de Argentina. "Me sacaste la pelota", le recriminó irónica Pia Sundhage a Portanova. Y cambió jugadoras y esquema para el segundo amistoso, que fue 1-4. Es un buen síntoma incomodar a Brasil. Aunque no alcance para ganarle.
México encontró a una Selección diezmada: sin poder disponer de todas sus jugadoras por testeos de falso positivo, no fue su mejor presentación. Y ahora, ante Ecuador y en la altura de Quito, comenzó a reivindicarse. Fueron dos empates, sí. Pero en especial en el segundo partido, que fue 2 a 2 con dos de Mariana Larroquette y pese a la lluvia y al mal estado del campo, Argentina mostró algunos tintes de lo que quiere el DT.
El camino es corto: queda medio año de trabajo hasta la Copa América y en ese tiempo la búsqueda estará centrada en todos esos pilares que repite el DT. Grupo, trabajo, idea de juego. Y detrás de eso un proyecto: "Metimos siete jugadoras sub 20 que se adaptaron a los entrenamientos de buena forma", subraya Portanova. En estos últimos dos partidos fueron cuatro los debuts: Nerea Agüero, Paulina Gramaglia, Maricel Pereyra y Agostina Holzheir.
La meta está clara, es el 2023. "El objetivo es clasificar directo al Mundial", dijo la arquera Vanina Correa en una entrevista con Romina Sacher en P/12, y además aseguró que la intención es "ganar la Copa América". Hace apenas unos días se cumplieron 15 años de aquel triunfo del equipo nacional, después de tres subcampeonatos consecutivos. Las aspiraciones de la arquera de San Lorenzo se condicen con esa historia rica que tiene el equipo. Pero ya no se trata sólo de soñar: hay un camino que se va construyendo en esa dirección.
