La actualidad del Manchester United es más que delicada, y en todos los aspectos; desde lo futbolístico, el equipo no rinde, desde las finanzas, los números están en rojo y, desde lo institucional, se han registrado múltiples despidos en los últimos días.
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Rúben Amorim declaró que todo parte del rendimiento del club en cancha, y por ello veremos una ventana de traspasos decisiva a finales de esta temporada. En ella, buscarán fortalecer el primer equipo a la vez que equilibran el balance y los libros de cuentas. Ante esto, las salidas de jugadores comoAlejandro Garnachoy Kobbie Mainoo, las grandes promesas del club, son una posibilidad.
Y aunque el Manchester United analiza sus ventas, el mercado de enero hizo surgir una nueva opción, que haría que el club no se vea obligado a vender a Garnacho y Mainoo. Y se trata de la salida de Marcus Rashford. El delantero inglés fue cedido a préstamo al Aston Villa en el mercado de mitad de temporada.
La venta de Rashford solucionaría los problemas que obligan al United a vender a Garnacho.
Esa cesión, que hace que el club de Birmingham cubra un 75% del salario de Rashford, trae consigo una opción de compra por 40 millones libras, que transformaría a Rashford en jugador del Aston Villa por tres años y medio de contrato. Con ello, las ventas de Garnacho y Mainoo ya no serían una “obligación”, sino una decisión deportiva por parte de Amorim y del club.
Garnacho no ha tenido la regularidad que esperaban en Manchester
Si llevamos la decisión estrictamente a lo deportivo, la realidad es que Alejandro Garnacho todavía no ha sido capaz de rendir como esperaban en los alrededores de Old Trafford. El extremo argentino ya lleva tres temporadas en el primer equipo del club inglés y en esta temporada apenas ha sido capaz de producir 14 goles de forma directa. Seis de ellos (3G/3A), por Carabao Cup.
Garnacho necesita mejorar en cancha, si quiere seguir siendo importante para Amorim.
Desde la llegada de Amorim, Garnacho ha alternado titularidades y suplencias, y no fue capaz de rendir cuando el luso le otorgó su confianza. No obstante, con apenas 20 años, sigue teniendo el beneficio de esa expectativa sobre el jugador en que puede convertirse si es capaz de transformar todo lo que genera en realidad.
