Franco Armani (7,5): Más allá de alguna desatención aislada, el arquero de River se caracterizó por no subestimar ninguna acción del juego. No tuvo nada que hacer en la anotación del empate de Libertad y tuvo un par de intervenciones aceptables en la etapa final. Héroe en los penales.

Franco Armani, atento. (Foto: Prensa River)
Gonzalo Montiel (5): En la faceta ofensiva, el campeón del mundo fue opción permanente, fundamentalmente cuando la historia estuvo 11 contra 11. Por el contrario, su labor defensiva no fue la más atinada, ya que dejó grandes espacios a su espalda y no fue efectivo en la marca.
Lucas Martínez Quarta (3): Una presentación a tono con sus rendimientos desde que volvió a River: peligroso, caótico y abusando del pelotazo largo sin ningún destino. No ofreció garantías en ningún momento y sufrió con los intentos visitantes de principio a fin.
Paulo Díaz (3): En parte condicionado por una nueva complicación física, el zaguero chileno no estuvo a la altura de la exigencia de un partido de este calibre. Llegó tarde a más de un cierre y la pasó mal en el uno contra uno, tanto por arriba como por abajo.
Marcos Acuña (5): Al igual que Montiel, se proyectó constantemente, sobre todo en la primera porción del partido, en la que se despachó con un enorme centro para el gol de Driussi. Paralelamente, no estuvo del todo firme en la recuperación y dejó maniobrar a Libertad. Penal pésimamente ejecutado.

Marcos Acuña con pelota dominada. (Foto: Prensa River)
Giuliano Galoppo (2): Venía de ser la figura en la victoria contra Godoy Cruz y se había ganado un lugar en el once titular. Sin embargo, esta noche redondeó una presentación para el olvido, sin gravitar en ningún momento y yéndose expulsado en el segundo tiempo.
Enzo Pérez (4): Por un lado, no escatimó esfuerzo, despliegue y entrega. Por el otro, no estuvo nada acertado a la hora de las lecturas de ubicación y desplazamientos. Protagonizó pérdidas en sectores delicados y jugó demasiado al límite.
Ignacio Fernández (6,5): Realizó un gran desgaste, intentando comprometerse con diversos aspectos del juego. Igualmente, más allá de que no se ocultó en ningún momento, no logró imponerse en la recuperación y no pudo aportar claridad en la generación.
Juan Fernando Quintero (6,5): De manera un tanto intermitente, pero fue el hombre más claro de River durante su estadía en el campo de juego. Más allá de sus vaivenes, su claridad fue de la mano con los momentos más nítidos de lucidez del Millonario.
Sebastián Driussi (7): Arrancó el partido mostrándose totalmente incisivo, asociándose de manera correcta y moviéndose con peligro. Inclusive, abrió la cuenta siendo rápido para buscar un rebote. Se diluyó con la inferioridad numérica de River.

Driussi festejando el 1-0 de River. (Foto: Prensa River)
Facundo Colidio (3): El delantero de River no tuvo, ni por asomo, su mejor actuación. Fue de mayor a menor, empezando el encuentro con varios intentos punzantes que no tuvieron una resolución acertada. Se apagó de manera contundente en el segundo período.
Ingresaron:
Sebastián Boselli (2): Entró para disputar el segundo tiempo y su nivel fue realmente negativo. Inseguro, desordenado, desprolijo y sin exponer el carácter necesario.
Matías Galarza (2): Un ingreso plagado de aspectos negativos del mediocampista. Buscó aportarle su intensidad al equipo, pero se equivocó en todas y cada una de sus intervenciones.
Miguel Borja (7): Pisó el verde césped en un momento sumamente delicado y ofreció lo que River necesitaba: personalidad, carácter y una gran entrega para no dar ninguna pelota por perdida.
Kevin Castaño (-): Entró la recta final del encuentro y se acomodó de manera acertada para darle algo de orden a la mitad de la cancha.
Ian Subiabre (-): Buscó ser el revulsivo que River precisaba para desnivelar en un contexto complejo, pero no lo logró.







