Nunca es lindo ser convocado por la lesión de un colega. De igual manera, no se puede ocultar la felicidad de que te tengan en cuenta desde el cuerpo técnico de tu país: Franco Armani debió ser liberado antes del último duelo de la triple fecha de Eliminatorias que se disputó hace días y Agustín Rossi se sumó al plantel de la Selección Argentina coronando todo lo bueno que venía haciendo en Boca.

Y no para un duelo cualquiera: de local, ante Bolivia, con la vuelta del público a las canchas después de casi 18 meses alejados por el coronavirus, con un triplete de Lionel Messi y posterior festejo por la Copa América obtenida en Brasil ante el local, en el Maracaná.

"Fue una emoción por estar en la Selección. Mi viejo no pudo verme porque se cumplió un año que nos dejó, pero mi familia, mi mamá me ayuda mucho. Lo importante es estar y que vale la pena el esfuerzo que uno hace y no bajar los brazos", dijo en diálogo con la prensa tras el 0-0 de ayer frente a Defensa y Justicia.

Luego, contó la joya que se llevó a su hogar: “Leo me dio la camiseta del partido y le pedí que la firme y la tengo colgada en casa. No la enmarqué, no la lavé porque la usó y queda así”. Una prenda de vestir histórica la que se quedó el arquero.

Y cerró: "Fue una situación muy linda a pesar de que no pude jugar, pero lo importante es estar. Siempre está en la cabeza poder estar en el Mundial. Pero esto sigue todos los fines de semana donde tengo que demostrar”.