André-Pierre Gignac es un futbolista que movió los cimientos del futbol mexicano. En su momento, su llegada generó muchas expectativas. Él la superó con creces.

Hoy se cumplen cuatro años de su llegada al país, en los que ha sembrado récords y admiración de propios y extraños. Incluso en esta temporada (que no fue la mejor debido a sus lesiones y al poco rodaje que tuvo) fue decisivo al marcar el tanto definitivo que le dio una nueva Liga MX a Tigres.

Desde su llegada a Los Felinos, el francés conquistó más del doble de los títulos de liga que había logrado la institución en toda su historia: cuatro. Además, ganó tres Campeón de Campeones.

Su colaboración, además, fue fundamental para que el cuadro regio esté en cinco de las últimas ocho finales de la Liguilla. En dos de esos torneos se quedó con el campeonato de goleo.

Sus 104 goles lo ponen, junto a Tomás Boy, como el máximo artillero de los de Nuevo León, dejando un legado muy difícil de superar.

Tal es la injerencia que generó el atacante en México, que se comenzó a popularizar el contratar jugadores europeos. El otro caso más fuerte fue el fichaje de Jérémy Ménez para el América, pero su rendimiento no estuvo ni cerca del de Dedé.