México goleó por 5 a 1 a Bermudas cumpliendo con lo que se esperaba de antemano. El equipo del Tata Martino jugó un buen partido y pasó por arriba a una Selección muy inferior.

Hablamos de una calidad tan menor que el estadio Nacional de Bermudas, donde hace de local, ni siquiera llega a una capacidad de 10.000 personas, algo impensado en la élite del futbol.

Y el tener una cancha tan chica provoca que otras cosas, como los vestidores, también sean pequeños y no tengan la comodidad de cualquier tipo de estadio de primera línea.

En los vestuarios apenas entraron los futbolistas. La utileros tuvieron que quedarse afuera con todos sus materiales, por lo que improvisaron una sala de masajes al aire libre.

Acomodaron en las afueras las camas de masaje y los baúles donde guardan los uniformes y los botines de los jugadores. Además, cabe recordar que el plantel de México también sufrió con la banca de suplentes ya que no había lugar para todos los convocados.