Fue muy controvertida la llegada de Nicolás Castillo al América, por su pasado en un clásico rival, Pumas (en dónde era considerado un ídolo) y por sus dichos afirmando que no jugaría en otro equipo de México que no sean Los Universitarios.

Por todo esto, se esperaba un recibimiento hostil en su llegada al aeropuerto de la Ciudad de México, pero ocurrió todo lo contario.

“Adentro del aeropuerto yo pensé que era gente de Pumas, porque había recibido mensajes que me iban a recibir. Tenía miedo porque no sabía si vería a la gente de América. Venía con mi hijo y mis papás. Cuando abrieron las puertas y vi las banderas de Las Águilas, dije 'me salvé’”, reconoció ayer, en una entrevista para ESPN.

Por otra parte, el delantero comparó la exigencia que tienen los dos clubes y su respuesta fue contundente.

“Por todo lo que se habla del América, son otras exigencias y con un plantel increíble que no podemos regalar puntos. Aquí hay más presión, obviamente", aseveró.